Espacios culturales advierten que la situación es “alarmante”

El aumento en las tarifas de los servicios los pone en estado de alerta. En muchos lugares trabajan a pérdida.

El último aumento en las tarifas de los servicios profundiza la dura situación que atraviesan los teatros y espacios culturales autogestivos que, a partir del incremento, vieron muy afectados sus ingresos y en muchas ocasiones trabajan a pérdida.

A pesar del buen desempeño de los espacios culturales de la Región en las vacaciones de invierno, el costo de las tarifas no permite que hagan una diferencia en ingresos en una de las épocas del año de mayor recaudación. Además, coincidieron en que los precios de las entradas son bajos porque “la gente no puede pagar más dinero”.

Espacio Disparate

En el caso del Espacio Disparate de Lanús, su directora, Mariana Ortiz Losada, indicó en diálogo con Info Región que es una situación difícil que vienen “atravesando desde hace dos años”. “Es proporcional el aumento de la tarifa con el nivel de esfuerzo que uno tiene que hacer para solventar la estructura fija”, manifestó.

Explicó que el espacio remontó la dura situación “triplicando las horas de trabajo y resignando cobrar por esas hora” porque frente al mismo nivel de rendimiento, “el costo fijo se comió la posibilidad” de que todos cobren por trabajar. “Habíamos logrado también una estructura de sueldos como principal medio de vida que principalmente tuvimos que resignar cobrar para mantener el costo de la estructura física”, lamentó.

En “el Dispa” la matrícula y el público no bajó, pero decidieron tener “una política de apertura y de flexibilidad para evitar aumentos, aumentar las cuotas e impulsar promociones para los espectadores”. “Pensamos que ajustar sobre el espectador o el alumno iba a ser peor, no en el sentido económico en el sentido de justificar porque existimos. Nosotros abrimos un espacio como este porque entendemos que es ahí donde se gestan reflexiones, discusiones y pensamiento crítico y justamente lo que necesita esta realidad es que esos espacios sigan abiertos”, expresó.

Además, sostuvo que el panorama “es totalmente desalentador” y enfatizó que los espacios culturales independientes cumplen “un rol fundamental que fomenta y sostienen la reflexión artística y cultural de un montón de vecinos”. “El Estado lamentablemente nos está desamparando de un modo absoluto”, sentenció.

Nobles Bestias

Desde el Teatro Nobles Bestias de Temperley señalaron que siguen pagando “dentro de todo una tarifa razonable”, pero conocen otros espacios “que están en una situación muy difícil”. Sin embargo, Alfredo Badalamenti, referente del espacio, afirmó que realizaron todo el recorte en el consumo de los servicios que pudieron.

“Nos cuidamos mucho para gastar menos. Hicimos un cambio dentro de lo que pudimos por lámparas de bajo consumo”, explicó. “No podemos prescindir de las luces de obra. Lo que rescatamos es lo artístico para que no pierda calidad”, agregó.

En cuanto al desempeño durante las vacaciones de invierno, Badalamenti resaltó que “mucha gente” asistió a las funciones, aunque aclaró que el espacio cobra un bono contribución de tan solo 100 pesos “y el que no puede pagarlo, entra igual”. “Hemos tenido obras que tienen muy buena repercusión y se trabajó muy bien en cuanto a la cantidad de público”, apuntó.

Teatro de las memorias

La directora del Teatro de las Memorias, Alicia López Heredia, evaluó que la situación es “gravísima”. “Lo que está pasando con las tarifas es de terror. Este mes tengo el teléfono sin pagar porque al no tener recaudación y tener ese nivel de gastos, no estoy pagar todo lo que pagaba antes”, contó.

También subrayó que la gente no puede acompañar con “el precio de una entrada como correspondería”. “Antes abrías talleres y te acompañaban. Nunca se bancaba el teatro con las funciones sino con los talleres, pero ahora la gente no se puede comprometer porque muchas veces no pueden pagarlos”, analizó.

Además, el Teatro de las Memorias de Lomas de Zamora está atravesando un momento complicado en el que se ven muy afectados por problemas en las napas que ocasiona que el espacio se inunde y no pudieron realizar funciones durante el receso invernal. “Todas las funciones estamos a pérdida. No hay manera. Para arrancar tenemos, por lo menos, 3 mil pesos de pérdida por función”, manifestó.