La otra cara de la crisis: drogas baratas y letales

“Cada vez son más chicos los que consumen paco”, lamentó la referente de Madres contra el Paco, Isabel Vázquez.

A partir de la devaluación del peso, especialistas se muestran es estado de alerta por el resurgimiento de las drogas más baratas y letales como el paco, que se estima que creció alrededor de 250 por ciento de un año para otro, y que son consumidas en su mayoría por los adolescentes que tienen entre 11 y 15 años.

Desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), advirtieron que la cifra es más del triple que la que se registraba en 2017 y señalaron que la situación no ocurre únicamente en los barrios más pobres del Conurbano, sino que también se da cada vez con más frecuencia en el interior del país.

La referente de la organización nacida en Lomas de Zamora “Madres contra el Paco”, Isabel Vázquez, manifestó que se multiplicó muchísimo “porque es una droga económica” y aseguró que “cada vez son más chicos los que consumen”.

Sin embargo, aclaró que deja de ser económica porque quienes consumen, gastan en muchos casos “cerca de 500 pesos por día”. “Son los que menos tienen y que por ahí salen a robar. Lamentablemente caen en lo que es el paco. Se incrementó mucho el consumo”, enfatizó Vázquez en diálogo con Info Región.

En esa línea, el defensor del Pueblo adjunto bonaerense, Walter Martello, sostuvo en cuanto al consumo de estupefacientes que por el elevado precio en dólares de la cocaína “se podría generar una situación similar a la que se registró después de la crisis de 2001”, cuando proliferaron masivamente “drogas de bajo costo como el paco”. “La situación económica, tras la devaluación, no ayuda en nada y debemos encarar de forma urgente políticas preventivas para evitar que las adicciones sigan creciendo”, apuntó.

Alerta, Flakka

La referente de Madres Contra el Paco indicó que es alarmante el crecimiento del consumo de la droga “flakka” en el país. Se trata de una droga de diseño de bajo costo y quien la toma se sobreexcita, se torna violento, y logra una fuerza descomunal que lo lleva a automorderse, a romper lo que encuentre a su paso y a “actuar como un zombie”.

“Por los efectos que produce es como ver una película de muertos vivos. Es mucho más poderosa que el paco en cuanto la nociva que es y no se sabe bien cómo está hecha”, afirmó Vázquez.