Declaró Pablo Moyano y denunció una “persecución política”

El dirigente de Camioneros se presentó en los Tribunales de Lomas citado por el fiscal Sebastián Scalera.

El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, aseguró este jueves que no aparece “en ninguna escucha ni en ninguna denuncia” en la causa en la que se lo investiga por asociación ilícita y defraudación contra el club Independiente, del cual es vicepresidente, en tanto su padre Hugo Moyano ejerce la presidencia.

Tras declarar durante seis horas en la Fiscalía General de Lomas de Zamora, agregó que recusará al fiscal Sebastián Scalera ya que sostuvo que la acusación en su contra es “ridícula”.

“Leí el expediente. No aparezco en ninguna escucha o en alguna denuncia. El fiscal va a tener que anular esta causa“, indicó y en cuanto a las conversaciones telefónicas judicializadas en las que se lo nombra, respondió: “Problema de los que nombran”.

“Persecución”

“No vendo choripanes, no recaudaba en la venta, no revendo entradas y menos recaudo de los ‘trapitos'”, en el club Independiente, recalcó y advirtió que “fue una causa política armada por parte del Gobierno nacional”.

“Es una vergüenza, es una persecución política del gobierno a través de Patricia Bullrich”, manifestó en referencia a la ministra de Seguridad.

Incluyó en sus acusaciones al procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, como parte de esa persecución, al señalar que en un reportaje que brindó el miércoles dijo que “hay elementos para meterme preso”.

“Al venir hoy -añadió- es porque no tengo nada que ver y si Dios quiere se termina esta mentira mediática, judicial, política”.

La causa

La audiencia se inició pasadas las 8:30 y concluyó pasadas las 14:30 en los Tribunales de Lomas de Zamora. Su abogado defensor, Daniel Llermanos, afirmó que la causa contra Pablo Moyano “es muy mínima”. “Si los fiscales de causas complejas se ocupan de la venta de choripanes, estamos listos”, afirmó.

El fiscal Scalera había denunciado una asociación ilícita en el Club Independiente integrada por dirigentes y barras bravas y pidió su detención, lo que fue rechazado por el juez Luis Carzoglio.