Trabajadores de Gaelle llegaron a un acuerdo y levantan el acampe

Tras casi 100 días de conflicto, acordaron un adelanto en concepto de indemnizaciones para los operarios despedidos.

Tras varias horas de negociaciones, los trabajadores de Gaelle llegaron a un acuerdo con los dueños de la empresa y recibirán el pago de las indemnizaciones luego de haber sido despedidos en agosto. Levantarán la carpa que está instalada en la puerta de la fábrica.

“Se estableció un adelanto en concepto de indemnizaciones a pagarse en cuotas y la conformación de un comité mixto de seguimiento para el cumplimiento del acuerdo y el pago íntegro de las indemnizaciones que nos corresponden”, manifestaron los trabajadores en diálogo con Info Región.

Los operarios alertaron que la empresa tomó la decisión de “importar desde China y Brasil los productos que antes se producían” en la fábrica ubicada en Piñeyro, Avellaneda, y 60 trabajadores perdieron sus puestos de trabajo.

“La situación económica y política del país es la responsable de este conflicto, los gobiernos de Macri y Vidal son responsables y cómplices de esta situación”, manifestaron, y destacaron: “En estos días de lucha contra la patronal y el estado cómplice, aprendimos que la unidad, organización y solidaridad son el camino para el triunfo”.

“Rehenes en nuestra propia empresa”

Horas antes del acuerdo, la titular de la empresa, Giselle Lopes, emitió un comunicado en el que aseguró que “con la excusa de una supuesta intención de vaciar la empresa” se ha bloqueado el acceso a la planta de los transportes de mercadería y “se ha imposibilitado el normal desarrollo de las tareas”. “Hoy somos rehenes en nuestra propia empresa familiar y no podemos seguir trabajando”, expresó.

“Estamos atrapados por una protesta que no terminamos de entender y que tomó dimensiones políticas que están fuera de nuestro alcance. De repente, en la puerta de nuestra Empresa se armó una barricada de agrupaciones políticas que no conocen cual es el conflicto original y que no sabemos qué buscan. Ante lo cual, ninguna autoridad pública nos ha dado las garantías necesarias para que termine el bloqueo de la planta y podamos seguir trabajando”, afirmó.

Y concluyó: “Sólo queremos seguir con nuestra empresa familiar, al igual que los 50 empleados de la Empresa que hasta el día de hoy siguen trabajando y que son rehenes, al igual que nosotros, de una protesta autoritaria, irracional e incomprensible”

El conflicto

La fábrica de zapatillas ubicada en la localidad de Piñeyro, Avellaneda, cerró sus puertas en septiembre y 60 operarios perdieron sus puestos de trabajo. Se sumaron a los cerca de 300 trabajadores que fueron despedidos desde 2015.

Los operarios despedidos instalaron una carpa frente a la empresa y realizaron una serie de marchas y medidas de fuerza para exigir respuestas las autoridades para tratar el pago de las indemnizaciones o las reincorporaciones.