El Canciller argentino Jorge Faurie se pronunció en contra de la asunción de Nicolás Maduro en el Gobierno venezolano. El funcionario denunció que “no hay democracia” y cuestionó la legitimidad del nuevo mandato. “Que haya elecciones transparentes”, reclamó.
Este jueves, quien se convirtió en el sucesor de Hugo Chávez tras su muerte, asume la presidencia hasta 2025, tras los comicios llevados a cabo el 20 de mayo pasado. Argentina decidió no participar del acto, al que no envió delegados.
“Siempre hemos tratado de luchar para que los venezolanos recuperen la democracia, las libertades civiles y que no haya más presos políticos.También, para que puedan controlar la crisis humanitaria que están atravesando”, aseguró el representante argentino, quien se mostró en sintonía con el Grupo de Lima, que integra Argentina junto a otros 14 países, y solicita que haya nuevos comicios.
“Venezuela fue asilo de argentinos durante la dictadura en nuestro país y colaboró para que se recupere la democracia”, expresó Faurie anteriormente, destacando que el país continuará la política de ayuda para refugiados venezolanos. Por otra parte, aclaró que en Venezuela hay una “delegación muy reducida” para brindar servicio a argentinos que tienen residencia.
En cuanto a las posturas de Mauricio Macri y Sebastián Piñera con respecto a Maduro, aseguró: “Maduro se deja llevar por expresiones a veces ridículas o de palabras duras, pero no es una preocupación para Macri o Piñera. Ambos presidentes son dos líderes latinoamericanos que luchan para que en Venezuela haya democracia”.
“Destructor de la Argentina”
Durante una conferencia de prensa en el día anterior a su asunción, el mandatario venezolano tildó de “destructor de la Argentina” al presidente Mauricio Macri y rechazó las críticas por parte del Grupo de Lima a su asunción.
Frente a esta situación, el presidente Maduro informó: “Hoy se entregó a todos los gobiernos del ‘cartel de Lima’ una nota de protesta diplomática, donde le exigimos una rectificación de sus posiciones sobre Venezuela en 48 horas o el gobierno de Venezuela tomará las más urgentes y crudas medidas diplomáticas para la defensa de la integridad de la soberanía”.
Además, el líder venezolano criticó enfáticamente los proyectos políticos de Argentina, Colombia y Brasil, a los cuales definió como “proyectos de derecha”, “neoliberales” e inviables”, y concluyó que sólo van a terminar generando una nueva ola de gobiernos populares.
“El Cartel de Lima rompe los límites del aguante del gobierno bolivariano”, sentenció el mandatario.
