“El miedo lleva a no involucrarse”, advirtió Sergio Tito

La reflexión llegó tras la condena a 20 años de coautores del homicidio de su hermano Sergio. Aclaró que la lucha continúa porque aún hay varios prófugos.

Tres años pasaron del homicidio de Pablo Tito. La familia pudo escuchar ayer que dos coautores fueron condenados a 20 años de prisión pero advirtió que “el miedo lleva a no involucrarse”, aludiendo a la advertencia sobre testigos que no contaron lo que sabían durante el proceso.

En una charla con Info Región, el hombre renovó sus quejas por las declaraciones de testigos durante  las audiencias. “El miedo lleva a no decir, a no contar o a no involucrarse por miedo a represalias”, advirtió, en sintonía con lo que había señalado la abogada de la familia. Florencia Calió había comentado que había “testigos que estaban muy asustados” y sospechaban de la existencia de amenazas.

 “Calma un poco el dolor y podes decir que por lo menos se termina una parte de la lucha”, admitió Sergio en torno a la condena a 20 de prisión para Natalia Da Luz y Maximiliano Díaz, quienes fueron encontrados -por Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora- penalmente responsables de ser coautores del delito de “homicidio en ocasión de robo agravado por haber sido cometido mediante el empleo de armas de fuego”.

En un breve análisis de lo que fue el proceso judicial -desde que comenzó la causa, fue elevada a juicio y el propio juicio-, se quejó “la causa tuvo giros y  demoras”. “La Justicia se tiene que replantear un montón de cosas porque esto podría haber sido más corto”, consideró. Es que los acusados (dos condenados y uno absuelto) fueron detenidos seis meses después de la muerte de su hermano y la sentencia se escuchó dos años y medio después.

Cuando finalizó la lectura de la condena, familiares de los coautores del homicidio les gritaron a los familiares de la víctima que “salgan a buscar a los verdaderos culpables” y esto provocó “indignación” en la familia Tito. “Tuvieron tiempo para decir que eran inocentes”, replicó Sergio, en diálogo con Info Región.

El 25 de marzo, en Roldán y Ñanduty, Pablo Tito (27) fue abordado por seis delincuentes que se movilizaban en tres motos. Los “motochorros” lo balearon y escaparon sin concretar el robo, ya que el rodado de la víctima quedó en la escena del crimen. Pese al intento por salvarlo, el joven falleció en el hospital Luisa Cravenna de Gandulfo de Lomas de Zamora. Desde ese momento se encargaron de exigir justicia y protagonizaron reclamos de seguridad y marchas.

La familia Tito dejó en claro que la lucha no termina con las dos condenas porque hay varios prófugos de la Justicia. “Los asaltantes eran seis, ahora se tiene que seguir investigando, haremos una investigación aparte, esto era una banda, no fueron estos dos solos”, sentenció.