El FMI advierte que el 70% de las economías se contraerán este año

Así lo indica el informe del organismo difundido en las últimas horas. El crecimiento mundial será del 3,3% y habla de “perspectivas que son muy duras” para muchos países.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer el Informe de Perspectivas de la Economía Mundial de abril, en el que señala que el 70 por ciento de las economías mostrarán una contracción durante el año, mientras que el crecimiento mundial se desacelera y alcanza el 3,3 por ciento.

“Hace un año, la actividad económica estaba acelerándose en casi todas las regiones del mundo y el crecimiento de la economía mundial estaba proyectado en 3,9% en 2018 y 2019. Mucho ha cambiado desde entonces: la escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, las tensiones macroeconómicas en Argentina y Turquía, los trastornos en la industria automotriz en Alemania, el endurecimiento de las políticas de crédito en China, y la contracción de las condiciones financieras ocurrida en paralelo a la normalización de la política monetaria de las economías avanzadas más grandes han contribuido a un significativo debilitamiento de la expansión mundial, sobre todo en el segundo semestre de 2018”, detalla el informe.

Y agrega: “Como prevemos que esa debilidad persista en el primer semestre de 2019, en Perspectivas de la economía mundial (informe WEO, por sus siglas en inglés) se proyecta una contracción del crecimiento en 2019 para 70% de la economía mundial. El crecimiento mundial, que rozó un máximo de 4% en 2017, disminuyó a 3,6% en 2018 y continuaría esa trayectoria para ubicarse en 3,3% en 2019”.

Plantea que “si bien una expansión mundial de 3,3% no deja de ser razonable, las perspectivas que enfrentan muchos países son muy duras, marcadas por una considerable incertidumbre a corto plazo, especialmente a medida que las tasas de crecimiento de las economías avanzadas converjan hacia un modesto potencial a largo plazo”.

En el destacado de “prioridades en materia económica”, el informe manifiesta “la principal prioridad consiste en evitar políticas erradas que puedan asestar un golpe a la actividad económica”. “La política macroeconómica y financiera debería procurar impedir que la desaceleración se agudice y empuje el producto por debajo del potencial, y facilitar un aterrizaje suave en los casos en que corresponde retirar el respaldo que brindan las políticas”, agrega.

“Esto requiere que la política monetaria mantenga la inflación encarrilada hacia la meta fijada por el banco central (o, si se encuentra cerca de esa meta, que se estabilice) y que las expectativas inflacionarias sigan estando ancladas. Asimismo, requiere que la política fiscal conserve un equilibrio entre apuntalar la demanda y velar por que la deuda pública no se desvíe de una trayectoria sostenible”, manifiesta, al tiempo que considera que “en todas las economías, el imperativo consiste en tomar medidas que estimulen el crecimiento del producto potencial, mejoren la inclusividad y refuercen la resiliencia”.