El camino de las pacientes del Esteves para su reinserción en la sociedad

El neuropsiquiátrico de Temperley cuenta con un programa para ayudar a las pacientes a lograr autonomía para poder desenvolverse puertas afuera de la institución.

Estéves

“Buscamos que ganen más autonomía, con la idea de que esas herramientas les sirvan para que después puedan sostenerse afuera”, contó Marcela Gacic, trabajadora social del hospital Dr. José A. Esteves de Temperley, dando el puntapié para explicar de qué se trata la Residencia para la Externación, un dispositivo interno que apunta a la reinserción social de las pacientes que ya están listas para dejar atrás los pasillos de la institución.

¿De qué trata el proyecto? ¿Cómo nace? ¿Cuál es el objetivo? Info Región visitó la institución para saber más sobre el camino de las pacientes hacia la externación.

Luego de un largo tiempo de internación, las pacientes se encuentran con varias trabas a la hora de obtener el alta. El programa “Residencia para la Externación”, que funciona en el interior del Hospital Esteves, apunta a facilitar este proceso para las internas y hacer más amena su salida de la institución.

“La Residencia es una sala reconvertida en dispositivo, donde las mujeres que están en condiciones de irse de alta, pero necesitan recuperar un poco de autonomía, tienen una convivencia en salas más pequeñas de 20 ó 25 personas, con cocina incluida”, explicó Marcela a este medio. Salas que antes incluían 60 camas, reducen su medida, y dejan atrás aquella rutina hospitalaria que restringía la libertad de las pacientes. “Se bañan a la hora que ellas consideran que se tienen que bañar, desayunan a la hora que se levantan, se hacen responsables de tomar su medicación”, detalló la integrante del Equipo de Servicio Social, quien además aseguró que es “un proceso progresivo que supervisan la enfermeras”.

Estas salas funcionan como un limbo entre el adentro y el afuera del Esteves. Las mujeres comienzan a tomar decisiones por sí mismas y con ayuda de la institución, emprenden la búsqueda de un hogar propio para vivir cuando reciban en alta. “Buscamos que ganen más autonomía, con la idea de que esas herramientas les sirvan para que después pueda sostenerse afuera”, enfatizó.

Actualmente, la Residencia cuenta con 27 pacientes en internación y 14 mujeres que ya se mudaron a casas particulares, que comparten con dos o tres compañeras. “Con la plata de la pensión por discapacidad, alguna changa o un subsidio, pueden bancar un alquiler y se van armando un grupito de mujeres que se dan apoyo entre ellas y tienen supervisión del equipo”, contó Marcela.

La participación de Provincia

Desde 1999 funciona el Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PREA). Actualmente hay 17 casas, subsidiadas por la Provincia, donde viven de a dos a cuatro mujeres, que buscan volver a ejercer sus plenos derechos ciudadanos, acompañas por las trabajadoras.

“Viven mujeres que estuvieron muchos años en el hospital y le dan el alta, desde una modalidad asistida. El equipo de salud asiste una o dos veces a la semana, para darle un seguimiento y acompañarlas. Además, hay un centro de día comunitario en Temperley, que es Libremente, donde muchas pacientes de acá asisten todo el tiempo”, concluyó Marcela.