Se reflota la alarma por las antenas


La resistencia de los vecinos a la instalación de antenas de telefonía celular en sus barrios es conocida y se reflotó en el último tiempo debido a la radicación de nuevos artefactos. En las últimas semanas la lucha fue emprendida por residentes del barrio Malvinas Argentinas, de Almirante Brown, que pugnan contra una entena de la empresa Movistar ubicada en Quinquela Martín al 1400.

Los habitantes sostienen que la antena “fue instalada de forma ilegal” y temen por las consecuencias que pueda generar a la salud. “No está autorizada y empezamos a movernos entre todos para que la saquen cuanto antes. Es doblemente peligrosa porque, por un lado, sabemos que producen enfermedades de todo tipo en las personas, como abortos, malformaciones, y adulteran la leche materna. Y por otro, funcionan como pararrayos”, se quejaron los vecinos, que decidieron crear el perfil de Facebook “No a la antena Barrio Malvinas”, para dar a conocer la causa.

Si bien el temor a las radiaciones es común ante la instalación de este tipo de aparatos, especialistas aseguran que las investigaciones sobre las ondas electromagnéticas que irradian las antenas de telefonía “aún no evidenciaron que provoquen tumores, malformaciones o trastornos metabólicos”. “No hemos visto patologías más altas en lugares donde hay antenas“, destacó a Info Región Ana María Girardelli, jefa del servicio de toxicología del Hospital de niños de La Plata y titular de la cátedra de toxicología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)

En ese marco, resaltó que “existe cierto temor por desconocimiento”, al tiempo que aseguró que “una persona puede enfermarse más dentro de su propio hogar o por estar constantemente con el celular en la oreja que por estar cerca de una antena”, ya que “la acumulación de radiaciones que generan las computadoras, microondas, y televisores, por ejemplo, resulta más nociva para la salud”

“Muchas veces la gente confunde a la antena con su soporte físico, que suele ser más grande. Eso genera un gran impacto visual por la estructura, sobre todo en el caso de la telefonía celular, que es mucho mayor, pero su potencia suele ser cientos de veces más baja que la que emite las de radiodifusión, por ejemplo”, precisó a Info Región el jefe de laboratorio de electrónica informática del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Edmundo Gatti.



La reglamentación.Las estructuras que hacen de soporte físico de las antenas deben respetar una altura máxima y balizamiento, establecidos por la Fuerza Aérea Argentina en relación a los servicios y sistemas radioeléctricos que prestan. En el caso de las antenas de telefonía celular el máximo de altura permitido es de 25 metros.

“Son muy pocos los casos que infringen la reglamentación ya que el proceso de aprobación es muy arduo. A veces lo que ocurre es que se infringe una vez aprobada porque se colocan más servicios en una misma estructura y eso sí puede traer problemas ambientales y de salud a la población”, admitió Gatti.

En la región son incontables los casos de vecinos que adujeron graves problemas de salud a causa de estos aparatos.

Casos en la región. A comienzos del año pasado, vecinos de Lomas lograron evitar la instalación de una antena de Movistar en la Plaza República Oriental del Uruguay de Temperley. Pero ahí no culminaron su reclamo ya que aún resta desmantelar la base del aparato y también pugnan porque no se establezcan otros artefactos.

Es por eso que hace tres semanas recurrieron al Concejo Deliberante. “Desde el municipio hicieron una inspección hace poco para corroborar que la antena no esté en ese lugar. Y la próxima semana estarían retirando los cables y alambres que quedaron, ya que todos los vecinos nos oponemos y nos pusimos muy firmemente a quitarla”, enfatizó a Info Región Pablo, vecino de la agrupación “No a la Antena de la ex Plaza Colón”.