Poco movimiento en la Región por el paro


Aunque no con la misma contundencia de la medida de fuerza que se realizó en abril, el nuevo paro convocado por las centrales obreras opositoras que conducen Hugo Moyano y Luis Barrionuevo se sintió en la Región

Si bien según el Gobierno, en el Conurbano entre el 55 y el 60 por ciento de los trabajadores no adhirieron al paro, la medida de fuerza se notó por el menor movimiento de gente en las calles especialmente en los alrededores de las estaciones ya que no hubo servicio de trenes.







Los colectivos no pararon y hubo agresiones. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) no adhirió al paro y fue así que los colectivos de la Región circularon aunque se pudo observar a pocas personas en las paradas.

“Voy a trabajar porque si no me descuentan el día y no estoy en condición de relegar dinero”, remarcó Claudio al tiempo que hacía fila en Banfield para tomar el 51 hacia Constitución.

En tanto que algunas líneas redujeron su frecuencia y otras decidieron suspender sus actividades durante la mañana y hasta pasado el mediodía tras denunciar que hubo formaciones que fueron apedreadas. Fue el caso de las líneas 112, 165 y 243 pertenecientes a la empresa Expreso Lomas, y también la línea 501 de la empresa Monte Grande.

En declaraciones radiales, Daniel Helling, representante de los empleados de la línea 112, denunció que hechos de "vandalismo" se produjeron "cerca de la estación de Lanús, en la zona donde está el Sindicato de Camioneros"







Piquetes. La manifestación más importante ocurrió en Puente La Noria, donde estuvo cortado el paso hasta las 14 por casi 200 personas, entre agrupaciones de izquierda y dirigentes sindicales.

También hubo un corte en el Puente Pueyrredón que une Avellaneda con la ciudad de Buenos Aires en donde se produjeron algunos incidentes entre los manifestantes y Prefectura.







Otras actividades de paro. Además de los trenes, el paro también se notó por los bancos cerrados al igual que las estaciones de servicio.







Tampoco abrieron panaderías y la mayoría de los bares y restaurantes aunque hubo excepciones. “Fue un paro mucho más tranquilo que el de abril y menos violento. Aquella vez fue imposible ir a trabajar y hasta teníamos miedo de ataques”, indicaron desde la pizzería “Las Carabelas” de Lomas de Zamora que abrió sus puertas como todos los días.