Murió el hincha de River que había sido golpeado por festejar un triunfo


Se trata de Ezequiel Martín Castagnari (25), quien permanecía en estado de coma desde hace cinco días y falleció debido a los golpes que sufrió en el cráneo, informó su madre, María Angélica Castagnari.

La mujer relató a la prensa que el hecho ocurrió el miércoles en Betharram y San Guillermo, de la localidad de Martí­n Coronado, partido de Tres de Febrero, tras el encuentro en el que River le ganó a Defensa y Justicia 3 a 0 por la cuarta fecha del torneo de Primera División.

"Mi hijo terminó de ver el partido, salió a la calle a gritar contento por su River, que era su pasión, era su adoración, y una persona salió de su casa enfrente de donde estábamos y empezó a discutir con Ezequiel", contó la madre.

Según María Angélica, ese hombre, que es un policía retirado, "le empezó a decir un montón de cosas a él y a los amigos" y a continuación salió de la casa su hijo, que amenazó con un arma a Ezequiel.

"Le pone un revólver en el pecho a mi hijo y mi hijo le dice 'sacá ese revólver que es de juguete'. 'No, mirá gordito, fijate que no es de juguete' le contestó el otro y agarró y gatilló al piso, se dio vuelta, le dio un culatazo y le rompió el tabique a mi hijo", afirmó la mujer.

De acuerdo a su relato, cuando su hijo ya estaba desvanecido, el agresor "le empezó a pegar piñas en la cabeza" hasta que sus amigos lograron sacarlo.

El joven fue internado en el Instituto Médico Central de Castelar, donde al otro día fue operado a raíz de la fractura de cráneo sufrida y quedó en estado de coma.

"Estuvimos esperando, luchando para que le den un poco de fuerza, pero falleció", dijo acongojada la madre de la víctima, quien pidió que esto "no quede impune".

Tras el hecho, el vecino, de 18 años, y su padre, de 60, fueron detenidos, pero tras negarse a declarar, sólo el hijo quedó preso, aunque ahora será imputado de un delito más grave: homicidio simple.

La madre aseguró que los amigos de su hijo, que presenciaron el hecho y son los principales testigos del caso, aseguran que el policía retirado no hizo nada para evitarlo.

"Los amigos de Ezequiel trataron de que tomara cartas en el asunto, pero permitió y avaló que su hijo le pegara al mío, en vez de decir 'esto lo solucionamos de otra forma o llamemos a un patrullero'", agregó.

El joven muerto era empleado de la empresa textil Amesud, padre de una niña de dos años y, desde que falleció, sus amigos, familiares y compañeros de trabajos, que lo llamaban "Casta", llenaron de mensajes su página de Facebook.