Una oportunidad para conocer a "Los Lugones"


“Soñé la muerte y era muy sencillo; una hebra de seda me envolvía, y a cada beso tuyo, con una vuelta menos me ceñía…” El verso pertenece a “Historia de mi muerte”, poema que quizás anticipaba cómo Leopoldo Lugones, su autor, se imaginaba su partida.

No obstante, su deceso, el 19 de febrero de 1938, no fue como lo esperaba y, como contrapartida, ilustró las tapas de todos los diarios que se editaban en Buenos Aires en ese momento. Es que cuando aquel viernes 18 de febrero Lugones tomó la lancha en el Tigre, la decisión de suicidarse estaba tomada. Los dueños del hospedaje lo encontraron a la mañana siguiente.

La decisión de matarse es probable que la haya meditado, pero el acto fue breve y definitivo. El cianuro tiene esas ventajas. Lugones, además de poeta y ensayista, fue un hombre comprometido políticamente con la derecha más extrema y su familia fue un verdadero caso paradigmático en la cultura argentina.

¿La historia es atrapante no? Es por eso que el Banfield Teatro Ensamble pondrá en escena mañana desde las 21 y el domingo desde las 18 “Los Lugones”, una obra de Cristian Palacios que aborda la obra y vida del autor y recibió una Mención de honor en el X Concurso Nacional “Hacia el Bicentenario” otorgada por el Instituto Nacional del Teatro, la secretaría de Cultura de la Nación y el Teatro Cervantes.

Lo cierto es que más allá de Lugones, desde el Ensamble apuntaron que la puesta en escena trata sobre la “genealogía de una familia paradigmática de la cultura argentina”.



Una obra, muchos Lugones. Leopoldo Lugones, anarquista, socialista, protofascista, intelectual hegemónico, impulsor de la violencia armada, poeta, racionalista, supersticioso, suicida. Su hijo Polo, policía, torturador, pedófilo, también suicida. Su nieta Pirí, militante, montonera, torturada, desaparecida. Su bisnieto Alejandro, lisiado, enfermizo, suicidado en el mismo hotel que su bisabuelo. Todos van componiendo una metáfora alucinada desde la cual leer doscientos años de historia argentina.

Así, a través de “Los Lugones”, los espectadores tienen el desafío de internarse en el laberinto de pesadillas que atraviesan nuestra política, nuestra literatura y nuestras más persistentes fantasías.