Opinión dividida sobre el nuevo Régimen Académico en la Región


La Dirección General de Cultura y Educación bonaerense aprobó un nuevo Régimen Académico del Nivel Primario que cambiará el sistema de evaluación. La nota más baja que podrán recibir los alumnos de cuarto a sexo año será un 4 y la máxima un 10. Desde el anuncio, son muchos los que salieron a respaldar la iniciativa y otros tanto en contra, pero ¿qué pasa en la Región?

La situación de opiniones encontradas se repite, ya que desde el Consejo Escolar de Lomas de Zamora manifestaron su enérgico rechazo, mientras que Suteba habla de un “choque cultural”. En tanto, directivos de una escuela primaria que ya implementa la modalidad destacaron los buenos resultados. Un análisis más amplio de la modificación es el que plantean especialistas en educación, que celebran el camino a la inclusión.

La especialista en el tema, Cristina Ruiz (Licenciada en Ciencias de la Educación, Master in Business Administration y directora de la Maestría en Currículum de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora) aclaró que “poner el acento en la cuestión de los aplazos es desconocer el sentido total de esa norma, que regula mucho más de lo que puede ser una calificación”. “Lo que interesa verdaderamente es en qué medida una norma te posibilita oportunidades de aprendizaje a todos los chicos”, advirtió, y lamentó que “los que están en contra de la norma, en realidad, están en contra de la inclusión”.

Escuela enciclopedista vs. Escuela inclusiva. El dirigente de Suteba, Pedro Ponce, explicó que se vive “un choque cultural” entre el viejo y el nuevo paradigma educacional, y aclaró que son temas que “hace rato se vienen evaluando”. Marcó la diferencia “entre los viejos paradigmas de la escuela enciclopedista, elitista, seleccionadora, discriminadora” y el “paradigma de escuela inclusiva”.

Sostuvo que esta política es “un escollo que venía quedando de todos los cambios que se vienen dando” y “replantea” el trabajo del docente. Consideró, entonces, que la resistencia se debe a que se viene de una “cultura de la vieja escuela, que durante años fue parte de la cultura dominante” que “en algún momento se tiene que repensar” para lograr “una escuela inclusiva, con prácticas pedagógicas también inclusivas”.

Sigue habiendo chicos desaprobados. La secretaria de Suteba, Mabel Sosa, consideró que “es un reduccionismo” centrar la discusión en la escala de calificación. “El desaprobado está y no tiene que ver con esa nota sino que tiene que ver con el proceso que pasa el alumno por su trayectoria escolar”, apuntó.

Rechazo a la iniciativa y reclamo discusión. La presidenta del Consejo Escolar de Lomas de Zamora, María Kosinovich, rechazó el nuevo Régimen Académico y consideró que se debería “haber dialogado un poco más con las directoras, antes de tomar una decisión” porque “saben mejor que nadie” los “recursos y las posibilidades”.

"Tenemos que recuperar una serie de responsabilidades acerca de lo que pasa en la escuela. Y no poner en que el eje es la nota del chico, como si eso fuera lo único que puede reflejar el proceso que pasa dentro de una escuela", aseguró Ruíz, tomando distancia de esta postura contraria. Y aclaró que si bien "hay muchísimas cosas para mejorar, poner el foco ahí (la nota) es inadecuado".

El niño como sujeto de derecho. Ruiz advirtió que “aparecen falsas interpretaciones que confunden a la población”, y comentó que “trabajar el primero y el segundo año de la primaria como una unidad pedagógica” no se hizo para disminuir los índices de repitencia sino para que “los chicos aprendan”. “Está comprobado científicamente que se requieren procesos de mayor tiempo para poder pensar la manera en cómo aprendemos a escribir de una manera que tenga mayor significado”, apuntó.

“Enseñamos con métodos que atienden al significado, a pensarlo al chico como un lector y escritor activo. Esto obliga a repensar un montón de cuestiones”, analizó, y puntualizó que hay que “pensar al sujeto como sujeto activo en el proceso de aprendizaje”. “La educación es un derecho, entonces hay que pensarlo como sujeto de derecho”, sentenció.

A la vanguardia. La directora del EGB Nº 37 de Temperley, María Rosa Bravo, comentó: “El régimen académico es la explicitación de lo que nosotros ya veníamos haciendo” desde el año pasado. Indicó que, desde su experiencia, “los resultados son buenos” y “que año tras año se van notando progresos en esos chicos” que tienen dificultades en el aprendizaje o son “ausentistas”.

Definió al cambio como “una medida inclusiva” en la cual “con el trabajo personalizado, los chicos van adquiriendo el nivel del grupo”. Hace años ya estamos en este camino”, sumó la maestra de la EGB Nº 26 de Lomas de Zamora Sonia Covini. “Esto no se trata de que se beneficie el chico, es un beneficio para todos. Yo creo que tiene que haber un cambio cultural en el pensamiento de la nota, de lo que es el 1”, completó.

La medida. La resolución 1057/14 establece que a partir de 2015 la nota más baja que podrán recibir los alumnos de cuarto a sexo año será un 4 y la máxima un 10. Entre el primero y el tecero serán calificados con Bueno, Regular y Muy bueno.

Podrán adeudar hasta dos de éstas asignaturas para pasar de año y en diciembre deberán recuperar las mismas. De no conseguirlo, repetirán el año.

En otro ítem de la nueva normativa se establece que los chicos con sobre edad, o que hayan abandonado los estudios y retornen al aula, podrán ser "matriculados en el año que corresponda a su edad biológica".

El después de la primaria. Para la docente Gabriela Caputi, que se desempeña en la secundaria Nº 15 y la técnica Nº 3 de Lomas, entre otras, consideró que esto es un “parche” que “no soluciona el problema de fondo”. “No poner aplazos a los chicos no va a solucionar nada, no va a mejorar la calidad educativa de los chicos y tampoco nuestra tarea”, sentenció. “Cuando ingresan al secundario encontramos a los alumnos semi-analfabetos”, concluyó.

"Poner aplazo o no ponerlo no hace que la gente sepa más o menos. Por ahí no pasa el eje de la calidad. Si no, estaríamos diciendo que la calidad educativa de un país se mide por la cantidad de reprobados que tenga y eso es tener una visión bastante reduccionista de lo que es la enseñanza", replicó Ruiz, licenciada en Ciencias de la Educación.