Un grito de desahogo atragantado durante 27 años


Las lágrimas derramadas de dolor de muchas campañas sin éxitos, ayer fueron de felicidad. Tras 27 años, Temperley volverá a la máxima categoría del fútbol nacional y nuevamente se topará con los grandes. Se vivió una tarde-noche inolvidable.

En la previa se habían agotado todas las entradas y el Alfredo Beranger estuvo colmado. Todos los sectores habilitados estuvieron repletos y cerca de 20 mil almas celestes vivieron el regreso del Gasolero. Con el apoyo de la gente, el equipo rindió y se quedó con el triunfo para decretar su ascenso a dos fechas para el final del campeonato.

La previa comenzó desde temprano y dos horas antes del pitazo inicial el estadio ya estaba completo en el ochenta por ciento de su totalidad. Sobre la hora, llegó el último bloque celeste para reventar un escenario que se acostumbró a ver festejos.

Gran recibimiento

Durante toda la semana preparó la fiesta y, por suerte, todo salió como estaba imaginado. Cuando el equipo salió a la cancha a reconocer el campo comenzaron los cánticos y el aliento; antes de iniciar el partido apareció todo el color: humo de color celeste y blanco inundó Turdera. A esta bienvenida se le sumaron muchos rollos y papeles.

El equipo respondió en lo futbolístico e hizo las cosas aún más fáciles. El estadio nunca dejó de la alentar y tras los goles aparecieron los festejos: “Me parece que el Cele se va de la B, para nunca, para nunca más volver”, fue el hit que llenó la boca de los fanáticos gasoleros.

Con el 1-0 a favor apareció una A luminosa paseada por un hincha y la bandera con la inscripción “Gracias jugadores” para ponerle aún más color a lo que fue un festejo que se extendió hasta largas horas de la madrugada.

Un festejo anticipado

Con el encuentro ya liquidado, pero aún a diez minutos del final, explotaron los primeros fuegos artificiales y algunos fanáticos se subieron a lo alto de los alambrados. Mariano González, juez del encuentro, decidió seguir con el juego una vez que todos bajaran.

El pitazo final dio rienda suelta a más “cañitas voladoras” y al alocado festejo de los fanáticos que se metieron al campo de juego y subieron en hombros a sus héroes.

Tras 27 años, Temperley volverá a estar en la élite del fútbol argentino. Será parte del inédito torneo de 30 equipos después de haber hecho una formidable campaña, en la que cosecharon diez triunfos, dos empates y siete caídas.