Su propietario, un jubilado, llegó enfermó al centro desde una aldea acompañado por su mascota. Después de un periodo ingresado, en la que el animal era su única visita, el hombre murió, pero ella sigue esperándolo.
La perra tiene una cama y comida caliente, pero todos son conscientes de la tristeza del animal que sigue esperando a su dueño.
Mientras el hombre permanecía hospitalizado, su mascota lo acompañó y trotaba hasta la casa, situada a varios kilómetros para cuidar la casa. El dueño de Masha murió hace un año, pero quizá porqué no tiene dónde vivir o porque piensa que él volverá, la perra lo espera cada día.
Los empleados cuentan que una familia intentó adoptarla, pero después de llevársela, a la mañana siguiente, el animal regresó al hospital.
La historia de Masha es similar a la del famoso perro japonés Hachiko, que solía esperar a su amo, a su regreso del trabajo en la estación de tren de Shibuya en Tokio.
Cuando su dueño, profesor de ciencias agrícolas Hidesaburo Ueno, murió en 1925, el animal continuó visitando la estación cada noche durante los 10 años siguientes esperando encontrarse con él cuando llegaba su tren a las 16:00.
En 1935, el cuerpo del perro fue encontrado en una calle de Tokio y fue disecado y exhibido en el Museo Nacional de Ciencia de Japón, mientras que una estatua de bronce fue erigida fuera de Shibuya. Una película de Hollywood de la triste historia, protagonizada por Richard Gere, se estrenó en los cines en 2010.
Una perra espera en un hospital a su dueño que murió hace un año
