Renunciaron al padrinazgo de Videla


María José Servín, de 38 años es de Paraná, Entre Ríos, e Italo Alberto Diaz, de 35, es de Siete Palmas, Formosa, pero vive en Buenos Aires. Siguiendo la tradición del séptimo hijo, sus padres pidieron el padrinazgo presidencial, y como nacieron en dictadura, Videla se convirtió en su padrino.

La mujer explicó que había tomado la decisión "no solo por la vergüenza" que le da que Videla fuera su padrino "sino por la admiración" que siente "por Cristina como mujer". "Es un orgullo que ella haya aceptado”, declaró.

Para Díaz "es muy importante que la nueva madrina sea Cristina, por todos los cambios que ha logrado y las medidas tomadas". "Por ejemplo, mis padres trabajaron toda su vida en el campo, en negro y nunca pudieron aportar. Sin embargo gracias a la Presidenta y a Néstor hoy pueden cobrar una jubilación. Estoy muy contento de que sea ella, porque ha cambiado la vida, no sólo de mis padres, sino de muchas personas en mi pueblo”, señaló.

La Presidenta estuvo representada por la capitana de fragata Claudia María Finocchio, edecana presidencial, quien entregó a los flamantes ahijados presidenciales las certificaciones y medallas que los acreditan como tales.

La tradición de que el séptimo hijo varón sea ahijado del presidente o presidenta existe desde 1907 y luego se extendió a las mujeres.

Otros madrinazgos de Cristina. En abril de este año, la Presidenta aceptó el pedido de la ex policía Carina Villarroel y su esposa Soledad Ortiz para ser la madrina de su beba Umma.

"Estamos muy felices de poder bautizar a nuestra hija, que además va a tener una madrina de lujo como es nuestra Presidenta. Estamos en los últimos detalles para la celebración del bautismo de Umma Azul", había contado Villaroel, cuya beba nació el 27 de enero de de este año.

La mujer, que fue cesanteada de la policía el 25 de marzo tras negársele una licencia por maternidad, explicó: "Para nosotras es algo muy importante el bautismo y si bien mi esposa y yo no somos católicas practicantes, consideramos que nuestra hija merece ser bautizada". "Por eso le pedimos a la Presidenta que sea la madrina de Umma, porque es una manera de decirle gracias a ella y al ex presidente Néstor Kirchner por esa ley que nos dio derechos", añadió.

El bautismo de Umma fue el primer caso de madrinazgo presidencial por fuera del decreto del séptimo hijo y en la ceremonia.

Desde que asumió como Presidenta, Cristina se convirtió en madrina de cerca de 600 niños y niñas, por el decreto 1416/09, que incluyó a las séptimas hijas mujeres, al modificar la norma anterior, que incluía sólo a varones.