Argentina estudia el cambio climático en la Antártida


Energías renovables, cambios climáticos, morfología de los suelos y cambios en las corrientes marinas son sólo algunas de las investigaciones científicas y tecnológicas que el ministerio de Defensa sostendrá en las bases antárticas argentinas durante la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2015-2016.

El secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, participó ayer de la visita del ministro Agustín Rossi a la base Marambio, donde señaló a Télam que "hay una intención muy clara y decidida de profundizar la presencia argentina en la Antártida a través de la ciencia y la tecnología".

El trabajo científico. El funcionario explicó que "hay tareas científicas fundamentales que se desarrollan en la Antártida y en las que el ministerio de Defensa participa con el apoyo logístico para su desarrollo y también en la investigación a través de los organismos que conforman el Polo Científico y Tecnológico de Defensa, entre los que están el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF)".

"Todas estas iniciativas se juntan en desarrollos científicos y tecnológicos que son funcionales a las actividades que se llevan adelante en la Antártida; acá se investigan energías renovables como la fotovoltáica, la pila de hidrógeno y la aerogenerada", destacó.

Rodríguez detalló que "sobre el trabajo en energía eólica en la Antártida desde el ministerio estamos impulsando el proyecto Ventus que ya tuvo un primer prototipo que generaba un kilovatio y en esta CAV estamos probando un segundo prototipo de 10 kilovatios"

"La idea es que cuando la investigación del CITEDEF llegue a la versión definitiva de este aerogenerador el mismo pueda ser producido en serie en la sede de Fabricaciones Militares en la ciudad cordobesa de Río Tercero e instalado en las bases antárticas argentinas para disminuir el consumo de combustibles fósiles que debe ser traslados desde las refinerías que están a miles de kilómetros", explicó. "Este nuevo aerogenerador no sólo va a prestar servicio en la Antártida, ya que la idea es también poder brindarlo para ser instalado en casas y parajes del territorio argentino a dónde no llegue todavía el tendido eléctrico, estimamos que uno de estos generadores le puede dar luz a una casa y que varios de ellos a un caserío", añadió el funcionario.

Cambio climático. Rodríguez informo que "en la Antártida el ministerio de Defensa también lleva adelante estudios del cielo, la tierra y el agua; son proyecto de finalidad dual que recaban importantes datos sobre los cambios climáticos, la morfología y composición de los suelos, y la evolución de las corrientes marinas".

"Es el Estado el que pone todos los recursos para garantizar la presencia argentina en la Antártida, la presencia científica argentina ahí, generando una importante producción de conocimiento sobre esa geografía, la fauna y la flora es lo que en definitiva construye la soberanía", subrayó.

El secretario afirmó: "Sostener nuestras capacidades logísticas tracciona también nuestro desarrollo científico e industrial, una clara muestra de ello es la recuperación del rompehielos Almirante Irízar, un buque que ha cambiado cualitativa y cuantitativamente en su seguridad, gestión de información, motorización y capacidades logísticas y científicas".

"En este mismo sentido queremos avanzar con China, no sólo en la construcción conjunta de un buque polar, sino también en la construcción en astilleros argentinos de una serie de remolcadores de los que China sería proveedora de componentes", agregó.

"También estamos gestionando cuatro remolcadores multipropósito con capacidad polar de origen ruso, que cuando lleguen a nuestro país van a alistarse y mantenerse en el astillero Tandanor", concluyó Rodríguez.