Héctor Osvaldo Rotondo es poeta, escritor y ensayista. Nació en la República de La Boca en 1939, donde creció y forjó su amor por el arte y las letras.
La infancia transcurrió en medio del potrero, la laguna y el río, sus lugares predilectos para jugar y mitigar el dolor de una temprana pérdida de su madre.
Criado por sus abuelos, recibió la influencia educativa del colegio Quinquela Martín y allí quizá la bohemia de aquel prestigioso pintor de La Boca le dio vuelo y color a su prosa.
¿Cómo llegó a Longchamps? Luego de culminar con el servicio militar obligatorio, en 1960, logró comprar dos terrenos en esa localidad del partido de Almirante Brown, donde se asentó hasta estos días. Desde allí recrea cada una de sus poesías que vincula ciertamente con los tiempos que corren.
La participación de Héctor Rotondo en concursos literarios propiciados por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), delegación Almirante Brown, le permitió obtener premios y menciones por sus trabajos; el último año fue galardonado con una plaqueta por su contribución a la cultura.
También fue premiado por la Universidad Nacional de Lanús en los concursos poéticos que homenajearon a Homero Manzi y Enrique Santos Discépolo, donde obtuvo el segundo y tercer puesto, respectivamente.
“Memorias de Segismundo Pastrana” y “La caverna de la conciencia” son dos títulos que le han permitido a este vecino de Longchamps esbozar una novela de contenido político y pergeñar un libro dedicado a la mujer, cuya característica es recorrer los laberintos del amor en la búsqueda del romanticismo.
El poeta romántico de Longchamps
