Mónaco se medirá con Nadal por el título


El tandilense Juan Mónaco, aún herido por su no citación al equipo de Copa Davis de la Argentina, prolongó ayer su gran nivel que había mostrado en la semana y alcanzó la final del Argentina Open tras vencer al español Nicolás Almagro por 6-3, 6-7 (6-8) y 6-4.

En el partido de definición se cruzará ante Rafael Nadal, quien dejó en el camino en la otra semifinal al argentino Carlos Berlocq, al que derrotó por 7-6 (9-7) y 6-2.

El partido

Mónaco, nacido en Tandil y ubicado en el puesto 60 del ranking mundial de la ATP, ganó un partido altamente emotivo ante Almagro (89), que se extendió durante dos horas y 28 minutos y mantuvo en vilo a las 6.000 personas que llenaron el Buenos Aires Lawn Tennis Club, en el barrio porteño de Palermo.

El desahogo final de Mónaco, con ese grito de "Vamos" luego de consumar su victoria, fue la gran imagen de la jornada, y el público, que tomó partido por la decisión del capitán Daniel Orsanic de excluirlo del equipo que enfrentará a Brasil el mes próximo, también reconoció su entrega.

Por eso el grito unánime fue "Pico, Davis, Pico Davis, Pico, Davis", y el tandilense lo agradeció con varias reverencias, luego de protagonizar una semana casi perfecta, con triunfos sobre sus compatriotas Máximo González (94), Leonardo Mayer (29), el uruguayo Pablo Cuevas (24) y ayer ante Almagro.

El tandilense jugó un primer set impecable, muy prendido, sin dudas y con tiros profundos que le permitieron dominar a un rival extrañamente errático en relación a lo que habían sido sus presentaciones anteriores, en las que venció en serie a tres compatriotas: Pablo Andújar (67), Albert Ramos (68) y Tommy Robredo (18), el segundo cabeza de serie.

Pico fue más regular con su servicio en un set con seis quiebres, de los que el consiguió cuatro, 1-0, 2-1, 5-2 y el de 6-3 que le permitió llevarse el parcial en 45 minutos y que festejó con un "vamos" que se escuchó en todo el estadio.

El argentino, muy apoyado por el público, que se inclinó en su favor desde el martes último cuando Orsanic dio a conocer el equipo de Copa Davis que recibirá a Brasil y no lo tuvo en cuenta, mantuvo la iniciativa también en el inicio del segundo parcial.

Con la táctica de moverlo mucho al murciano para restarle potencia y de variar la altura de los golpes, generó un espacio en el que se sintió muy cómodo hasta el 5-4 con el saque de Almagro, cuando desperdició dos match points y eso le costó llegar al tie break, donde también tuvo una ventaja de 3-0 y 5-3, pero perdió 8-6.

El tercer y último set, fue todo aún más emotivo y cambiante, ya que Mónaco pudo ganar, luego estuvo cerca de perder, y terminó festejando.

El tandilense estuvo 3-1 y con un break point, y luego 3-4 y 0-40, cuando falló al jugar demasiado corto, con tiros a le mitad de la cancha, la distancia exacta que necesitaba Almagro para imponer la potencia de su derecha y lastimarlo.

Mónaco, alentado a rabiar desde las tribunas y motivado de manera especial, retomó su plan inicial, jugó pelotas profundas y así quebró para adelantarse 5-4 y dejar el partido a su merced.

Sin embargo faltaba un episodio de suspenso más, ya que el tandilense sirvió 0-40 y en ese instante miró al cielo, respiró y conectó cinco primeros servicios seguidos, castigó con su derecha y logró la victoria que tanto buscó, en una semana especial por lo de la Davis, un torneo que jugó durante una década y ahora le es ajeno.

Local

Con el acceso de Mónaco a la final, la 15° edición del Argentina Open vuelve a tener un finalista argentino después de cuatro años, ya que desde que en 2011 el Flaco Juan Ignacio Chela perdió con el murciano Almagro, luego vinieron definiciones entre tenistas extranjeros.