Declararon el padrastro de Angeles y la mujer de Mangeri


Sergio Opatowski, padrastro de Angeles Rawson, afirmó que el día que la adolescente fue encontrada muerta vio que el portero Jorge Mangeri, quien es juzgado por este crimen, tenía "un raspón" en la mejilla, lo cual podría ser compatible con signos de defensa de la víctima.

El hombre fue interrogado por el Tribunal Oral en lo Criminal 9 porteño, ante el cual también declararon la esposa de Mangeri y la abuela y el hermano de Angeles, entre otros testigos citados el marco de la cuarta jornada del juicio por el caso.

La declaración de Opatowski. Vestido de saco y corbata, Opatowski (56), que es comerciante, primero relató todo lo que hizo la mañana del 10 de junio de 2013, cuando Angeles desapareció en el barrio porteño de Palermo.

Afirmó que, entre otras cosas, fue a un banco del centro donde quedó registrado en un video a las 10.07, lo cual lo ubica fuera de su casa cuando su hijastra regresó de su clase de gimnasia y entró al edificio de Ravignani 2360 a las 9.50, la última vez que se la vio con vida.

Los jueces ordenaron que se exhibieran las imágenes del banco Macro donde se lo ve a Opatowski en una escalera mecánica y en una sala de espera y éste dijo al verse: "Ese soy yo".

El testigo afirmó que ese día regresó al departamento a las 13.45 y sólo estaba su hijo Axel porque tenía fiebre y no había ido al colegio.

Recordó que por la noche se dieron cuenta de que Angeles no volvía y con su esposa "Jimena" comenzaron a realizar llamadas y él fue a buscar a la chica a algunos hospitales como el Fernández y Rivadavia.

"Yo no lo vi al encargado ese lunes, sí el martes a la noche. Lo vi muy abrigado con un buzo. Me llamó la atención porque no era un día frío. Cruzamos dos palabras y me dijo 'Qué feo todo esto que está pasando', relató.

Luego aseguró que el portero "tenía una marca en una mejilla, un raspón con la piel colorada", lo cual es un dato relevante porque Angeles, según los peritajes, se defendió de su atacante e incluso se halló ADN de Mangeri debajo de sus uñas.

Sobre el viernes 14 de junio, Opatowski recordó que fue a peritar su auto Chevrolet Celta con la Policía Federal y al mediodía se encontró con su familia en la fiscalía de Paula Asaro, a cargo de la investigación.

Dijo que se sorprendió cuando, estando allí, lo vio llegar a Mangeri con su mujer y notó al encargado "temeroso, triste", cuando aún no había sido acusado del crimen ni detenido.

"Nos dijo que lo habían ido a buscar. Me aseguró 'me trajeron, me forzaron a venir'", señaló el padrastro de Angeles y agregó que cuando salió de declarar su hijastro Jerónimo le dijo que "había comentarios de que Mangeri no se quería dejar revisar las marcas".

Cuando a pedido del defensor Adrián Tenca fue consultado sobre si Mangeri le había comentado en el pasillo de la fiscalía si en algún momento lo habían golpeado, algo que constaba en la instrucción de la causa, respondió que no y que el portero sólo le dijo "no sé de qué me acusan".

A preguntas del juez Jorge Gettas, Opatowski sostuvo que no se sintió ni investigado ni coaccionado por la Policía porque tuvo que ir a declarar y que cuando fue a peritar su auto hasta le convidaron "café y sandwiches".

Consultado sobre cómo era la víctima, respondió que "era una persona divina, muy entradora, excelente alumna" y cuando se le preguntó sobre el vínculo con la víctima dijo que era su "hija".

Testimonio del hermano y la abuela de Angeles. En tanto, Juan Cruz Rawson (20), hermano de la víctima, sostuvo que si bien tenía "una relación de amistad" con el portero, cuando estaba por ser detenido en la fiscalía ya no podía mirarlo a los ojos.

Por su parte, la abuela Angeles, la psicóloga María Inés Castelli, consideró que su nieta "fue una mártir que defendió su honor", y agradeció a la empleada de la Ceamse que encontró su cadáver en la planta de basura de la localidad bonaerense de José León Suárez, porque le permitió "velarla".

Declaración de la esposa de Mangeri. La esposa de Jorge Mangeri aseguró que la madre de Angeles Rawson le pidió perdón cuando se encontró con ella en la fiscalía la noche del viernes 14 de junio del 2013, en la que el portero del edificio de Ravignani 2360 quedó preso por el homicidio de la adolescente.

Diana Saettone (44) explicó en su testimonio ante el TOC 9 porteño que la noche de ese viernes, cuando llegó a la fiscalía, se encontró con María Elena "Jimena" Aduriz, la madre de Ángeles, y que ésta le dijo: "Mirá lo que le hicieron a Jorge. Quieren que se haga cargo de la muerte de 'Mumi'".

"Me daba la mano y me pedía perdón", declaró Saettone respecto al encuentro que tuvo con "Jimena" la noche que su marido terminó quedando preso, y además dijo que le decía que se "quedara tranquila", que tanto ella como su familia habían "hablado maravillas (ante la fiscal) de Jorge".

Saettone denunció que esa noche del viernes 14 de junio se sintió "presa" en la fiscalía de instrucción 35, a cargo de Paula Asaro, porque no la dejaban hablar por teléfono, la acompañaban para ir al baño y que tenía a una policía a su lado que la cuidaba y le preguntaba sobre su marido.

"La mujer policía me decía ¿'vos no viste nada raro?', ¿'no viste un morral que no es tuyo?'", contó a los jueces.

Además dijo que alrededor de las cinco de la madrugada del sábado 15 de junio salió la fiscal Asaro de su despacho y le dijo que su esposo iba a quedar preso por el crimen y le aconsejó que se fuera a la casa de sus familiares en la zona norte del Conurbano para evitar "agresiones", por parte de la familia de la chica asesinada.

Agregó que la tarde de ese viernes 14 fue llevada a declarar a la sede de Homicidios de la Policía Federal y que allí le hicieron preguntas sobre su marido, entre ellas, cuál era la relación que tenía con Ángeles y cómo sacaba la basura.

Saettone comenzó su testimonial recordando lo sucedido el lunes 10 de junio del 2013, cuando desapareció Ángeles Rawson, y dijo que ese día ella no se encontraba en su departamento del edificio de Ravignani 2360, de Palermo, porque estaba en la localidad bonaerense de General Pacheco, ya que sufría "problemas de salud", y aclaró que Mangeri "estaba pintando las aberturas" de la portería.

Supuestos “aprietes”. En su extensa declaración ante el TOC 9, la mujer contó los dos supuestos "aprietes" que sufrió su marido antes de quedar detenido, uno de ellos el jueves y el otro la tarde del viernes, mientras ella se encontraba declarando en la sede de Homicidios.

Saettone afirmó que cuando regresó de declarar ante la Policía se dirigió hacia la casa de su amigo Jorge Meniguelli, encargado del edificio de la calle Marcelo T de Alvear, donde se encontraba Mangeri y que allí su marido le dijo: "me subieron a un patrullero y me hicieron todo esto" y le mostró las lesiones en su cuerpo. Además aseguró que le dijo: "Quieren que me haga cargo de la muerte de 'Mumi'". "Jorge estaba todo golpeado y quemado", aseveró.

La esposa de Mangeri dijo que respeta a los padres de Angeles y que quiere saber la verdad. "Cuando nos enteramos (de la muerte de Ángeles) se nos vino el mundo...", dijo Saettone.

Durante el testimonio, el abogado querellante Pablo Lanusse se abstuvo de realizar preguntas al considerar que se trata de un "testimonio mendaz" y el presidente del TOC 9, Fernando Ramírez, le aclaró que, al ser esposa del acusado, no puede declarar contra éste y que podía negarse a contestar preguntas que considere que lo incriminan.

Más declaraciones de testigos. Otra testigo fue Cecilia Brook, prima de "Jimena", quien contó que la mañana del martes 11 de junio, cuando el cuerpo de la chica aún no había sido hallado, Mangeri llamó al teléfono fijo de la casa de Angeles para preguntar si sabían algo de ella y ella le respondió que no.

El resto de los testigos fueron amigos de la adolescente que contaron cómo era la víctima.

Próxima audiencia. El juicio continuará mañana con la declaración de la mucama que trabajaba en la casa de Angeles, Dominga Torres; del policía Cecilio Saettone (primo de la esposa de Mangeri) y varios porteros amigos del imputado.