Por la ausencia de dos testigos, el juicio seguirá el martes


La cuarta audiencia en el juicio a Martín Santillán, único acusado por el crimen de Fátima Catán, se vio trunca luego de que la querella no pudiera dar con los testigos que debía presentar para declarar. Se trata de los dos vecinos de la joven que habrían escuchado gritos la noche en que resultó quemada.

Con dos horas de retraso, todo el despliegue realizado por ambas partes se vio anulado por la determinación del Tribunal de no proseguir con la ronda de testimonios. Es que, según el juez, es “procedente” culminar con las testimoniales de parte de la querella antes de comenzar con las declaraciones que provea la defensa.

Así, a pesar de que la defensa de Santillán había acreditado alrededor de seis personas dispuestas a declarar, las audiencias se retomarán la semana próxima.

“No estamos pudiendo encontrar a los dos vecinos, que fueron los que escucharon todo. La causa está bien encaminada, aunque estas dos personas son importantes porque pueden dar detalles del momento del hecho”, señaló en diálogo con Info Región Alberto Palacios, abogado querellante junto con Gabriel Juricich.

Además, durante la breve audiencia que se llevó a cabo, la fiscal Viviana Simone expuso sus intentos de dar con estas dos personas, que hasta el momento no pudieron ser contactadas. “En primera instancia se nos comunicó que esta gente estaba cuidando a un familiar enfermo. Luego, nos informaron que no viven más en el domicilio declarado. Sin embargo, se nos ha hecho llegar un radio con el cual nos vamos a intentar comunicar. Aparentemente, estarían en una ciudad balnearia de la Costa Atlántica”, indicó.



El juicio. Durante la primera jornada del proceso oral declararon el padre de Fátima, Jesús Catán, y el hermano, Nahuel. Este último había aportado algunos detalles que complicaron la situación del único imputado, Martín Santillán.

En la segunda, fue el turno de una amiga de la víctima, quien sostuvo que Santillán “no la dejaba ponerse determinada ropa”, y también atestiguó el policía Horacio Videla, que confirmó que hubo denuncias previas por hechos de violencia.

En la siguiente jornada fue Sandra, amiga y compañera de trabajo de Fátima, quien volvió a comprometer al imputado, ya que confirmó que la víctima estaba embarazada. Gabriel Juricich destacó como “muy importantes” las palabras de la testigo.



El caso. Fátima Catan murió el 23 de agosto de 2010 luego de haber permanecido internada cinco días en el hospital del Quemado de La Plata, donde fue derivada desde el hospital Evita de Lanús. La joven fue rociada con alcohol y prendida fuego en su casa de Villa Fiorito, en un confuso episodio. Estaba embarazada de poco más de dos meses cuando murió.