Juicio a Axel López: Arrancan los alegatos querellantes


El juez López está acusado por presunto “mal desempeño de sus funciones" por haber concedido salidas transitorias a Juan Ernesto Cabeza, preso en la Unidad Penitenciaria número 7 en la provincia de Chaco, condenado por cuatro violaciones y que, mientras gozaba de ese beneficio, asesinó a la joven Tatiana Kolodziez.

En total, fueron 22 los testigos que declararon en el marco del jury de enjuiciamiento, algunos de los cuales lo hicieron por escrito, y otros personalmente en la sala “Dr. Horacio V. Billoch Caride” del tercer piso del edificio de Libertad 731.

La causa. El juicio político a Axel López comenzó el lunes con la presentación de los lineamientos de la acusación y la defensa ante el Jurado de Enjuiciamiento, siguió con los testimonios, y se espera para hoy los alegatos y dentro de los próximos diez días la sentencia.

Hoy dieron su testimonio la jueza de ejecución penal para la provincia de San Juan. Margarita Camus, citada por la Defensa, que se refirió a las “presiones” que reciben los jueces “de los medios de comunicación” y recordó que ella misma liberó en 2009 a un preso que en 2013 cometió un asesinato, y fue señalada como “responsable de esa muerte”, pese a haberse "apegado al derecho".

También dio su testimonio, citado por la Defensa, Pérez Esquivel, que dijo que “los jueces se basan en el derecho, las leyes vigentes y la Constitución”, y consideró “grave” pedir a un juez que se aparte de ello.

El psicólogo de la Unidad Penal número 7, Eduardo Enrique Díaz, a cargo del informe médico que indicaba “potencial riesgo de reincidencia”, dijo que en las “muchas entrevistas” con Cabeza, pudo ver que el interno “tenía motivación para hacer terapia, era reflexivo, tenía capacidad intelectual y predisposición al diálogo”, pero su diagnóstico era “transtorno narcista, rasgos psicopáticos, inmadurez emocional, y disposición a trasgredir la ley” y que, por ese motivo, sugería “profundizar el proceso de orientación y apoyo psicológico para prevenir su reincidencia”.

Isla, el psiquiatra de la Unidad 7, dijo en forma más tajante que “estaba en la naturaleza de Cabeza” volver a cometer estos delitos sexuales, porque tenía un “transtorno antisocial de la personalidad” que mostraba “factores potenciales de riesgo de reincidencia”.

“No había podido cambiar su sentimiento hacia las víctimas. No me daba fundamentos ni garantía que había cambiado. Su estructura psíquica era invariable. Uno no pone un diagnóstico tan pesado, tan grave como este cuando no se está seguro, porque influye en el bien más preciado de una persona, que es su libertad”, dijo Isla, que al ser consultado precisó que la entrevista no duró más de treinta minutos.

El psiquiatra se refirió a un diagnóstico intuitivo como medio para penetrar en esa subjetividad, y dijo: “Con datos que surgen de la realidad, Usted reconoce el diagnóstico. Es como reconocer un rostro”.

Dijo también que Cabeza no era un violador o abusador, sino “un violador serial”, un “depredador” que salía “a cazar a sus víctimas”, y que si le hubieran pedido profundizar su informe “así lo hubiese puesto”.

La psicóloga Stella Maris Sánchez, señaló que como profesional no podía realizar un diagnóstico “en 30 minutos”, sino en “mayor cantidad de entrevistas, y cuestionó “la intuición” como método de diagnóstico y que siempre hay que “informar sobre los instrumentos utilizados en un diagnóstico”, algo que no hizo el psiquatra Isla.

La denuncia había sido promovida por la ong Madres del Dolor, y fue el Consejo de la Magistratura el que en base a un dictamen de la Comisión de Disciplina del secretario de Justicia y consejero Julián Alvarez, lo llevó a juicio político.