Arroyo Salgado: "Nisman no se suicidó, lo mataron"


La jueza Sandra Arroyo Salgado aseguró que el fiscal Alberto Nisman “fue víctima de un homicidio sin lugar a dudas”, y tras descartar “de plano” la hipótesis de suicidio o accidente, señaló que la conclusión cuenta con “rigor científico y respaldada” por el informe elaborado por el equipo de la querella.

Arroyo Salgado anunció en San Isidro los resultados de las pericias que realizaron los expertos “de parte” que designó en la causa en la que se investiga la muerte del ex fiscal, compuesto por los forenses Osvaldo Raffo y Daniel Salcedo, el defensor oficial Germán Carvelaro y el forense Julio Ravioli.

La ex pareja de Nisman, única oradora, brindó las principales conclusiones del informe, de cien páginas, en el que “descarta con contundencia la hipótesis de suicidio”, al señalar que se trató de un homicidio “en base a la información reunida a partir de las fotos y videos del hallazgo del cuerpo realizado por Prefectura y la Policía Federal, más imágenes del desarrollo de la autopsia e informes balísticos y periciales”.

Principales puntos del informe. En ese marco, Arroyo Salgado detalló los siguientes puntos destacados: Nisman “falleció a consecuencia de un proyectil de arma de fuego”, la pistola Bersa calibre .22 que “presenta signos de haber sido usada en el hecho”.

Además señaló que “las pericias de barrido en busca de residuos en manos dieron resultado negativo” y que “la pericia toxicológica mostró cafeína y alcohol mínima cantidad, y no en sangre”.

También resalta que “no existió espasmo cadevérico, es decir que hubo agonía” de Nisman, agregando que “la posición en la que fue encontrada el cuerpo no fue la final” y que el cuerpo “se encontraba exangüe y laxo al momento de la autopsia, lunes 19 de enero”.

Por último destaca que “el orificio de entrada es a centímetros del pabellón auricular; la distancia no fue de más de un centímetro con trayectoria de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante”.

Respuesta de Fein. La fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación de la muerte de su colega Alberto Nisman, aseguró que “no puede descartar de forma categórica ninguna hipótesis”, y señaló que para arribar a una conclusión debe evaluar antes una serie de informes médicos y técnicos que forman parte de su investigación, en la cual, destacó, trabajan "peritos oficiales".

“No puedo descartar ninguna hipótesis con respecto al asesinato o el suicidio. Para arribar a una conclusión debo esperar una serie de informes que aportará el cuerpo médico forense y a una pericia técnica sobre teléfonos y computadoras”, apuntó Fein en declaraciones a radio La Red.

De esta forma, la fiscal se refirió a la interpretación que hicieron los peritos de parte contratados por la jueza Sandra Arroyo Salgado, la ex esposa de Nisman, quienes descartaron en un informe forense que la muerte del funcionario judicial a cargo de la causa AMIA haya sido un suicidio.

“La verdad que no me sorprendió que los peritos de parte cuestionen exámenes que figuran en la causa. Es algo normal y esperaba que llegaran a esa conclusión”, afirmó Fein, para luego puntualizar que su investigación se nutre del trabajo de los "peritos oficiales", que dependen de la Corte Suprema de Justicia.

Fein entendió que en el expediente se dejó constancia de que se halló “mucha sangre” junto al cuerpo de Nisman, y ratificó que la autopsia confirmó que “había espasmo cadavérico” en los restos del fiscal.

“Constatamos que había mucha sangre en la escena en la que hallamos el cuerpo de Nisman y la autopsia confirmó que hubo espasmo cadavérico. Para saber si el cuerpo fue movido, necesitaríamos hacer una reconstrucción”, observó la fiscal en relación a las objeciones presentadas por los peritos de parte.

Más tarde, en una rueda de prensa llevada a cabo en la puerta de su fiscalía, Fein confirmó además que en el estómago del cuerpo de Nisman se halló alcohol, pero aclaró que se trataba de una sustancia que “no estaba metabolizada en sangre”, según establecieron los peritos oficiales.

“No sufro ni sufrí presiones”. La fiscal ratificó que “no siente presiones de ningún tipo”, y que trabaja “tranquila” en la búsqueda de la verdad sobre la muerte de Nisman.

“No sufro ni sufrí presiones de parte del poder político. Nadie me llama ni me dice lo que tengo que hacer. Tengo 42 años de carrera y si algo me hubiera incomodado dejaría la causa. Me siento totalmente firme”, enfatizó.

En ese sentido, la fiscal subrayó: “Se dice que pretenden sacarme la causa y mandarla al fuero federal, pero hasta ahora nadie me lo pidió por escrito. De modo que no puedo formular una conjetura al respecto”, concluyó.