A casi dos meses del crimen de Maceiras, no hay detenidos


Gabriel Maceiras circulaba a bordo del Mini Cooper de su hermano en Temperley. En el cruce de las calles General Hacha e Indalecio Gómez, fue sorprendido por un grupo armado que iba en un Chevrolet Corsa, y murió acribillado.

El episodio ocurrió en la noche del 6 de febrero y a casi dos meses del episodio, no hay detenidos ni sospechosos. “Estamos en plena investigación”, afirmó Marcelo Freyre, titular de la Jefatura Departamental de Lomas de Zamora.

La hipótesis del ajuste de cuentas. Al menos se efectuaron ocho disparos de un arma 9 milímetros, de los cuales la mayoría se alojaron en el pecho de Maceiras y una en la cabeza, herida que le provocó la muerte en el acto.

Además de la saña, hay dos cuestiones que la Policía remarcó como líneas que fortalecen la hipótesis del ajuste de cuentas: Según informaron desde la Comisaría de Temperley, Maceiras -quien era miembro de la comunidad gitana- había estado detenido durante seis meses por “robo de mercadería en tránsito”; es decir, piratería del asfalto. Además, a la víctima no le robaron ninguna pertenencia ni el dinero que llevaba; ni siquiera se llevaron las zapatillas que había comprado hace instantes.

Los agresores. Aún no fueron identificados. Desde la Departamental habían comentado que los vecinos dieron cuenta de “movimientos extraños” en el barrio. Aseguraron que un auto “merodeaba” las inmediaciones de la vivienda de Maceiras.

La investigación recayó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.