El paro tuvo importante acatamiento en el país


El paro que se inició ayer a las 0 horas con el eje puesto en el pedido de modificación del impuesto a las Ganancias, afectó la totalidad del transporte público, limitando el servicio de colectivos, trenes, subterráneos y vuelos comerciales, mientras que tuvo adhesión parcial entre los taxistas, lo que resultó en la circulación de una gran cantidad de autos particulares en las grandes ciudades del país.

La medida de fuerza fue impulsada entre otros gremios del transporte, por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), por lo que también los micros de corta, media y larga distancia no operaron, dejando prácticamente sin movimiento a las terminales de la ciudad de Buenos Aires.

Idéntica situación se vivió en las cabeceras de las principales líneas ferroviarias urbanas y terminales aeroportuarias, mientras que la adhesión entre los taxis fue parcial con una regular cantidad de autos de alquiler circulando por la Ciudad de Buenos Aires.



Piquetes. Al cese de tareas gremiales, se sumaron múltiples piquetes y cortes de ruta realizados por partidos de izquierda y corrientes gremiales antiburocráticas, que desde la madrugada tuvieron su epicentro en la autopista Panamericana, el Puente Pueyrredón y el Acceso Oeste.



La falta de transporte y los bloqueos también hicieron que el paro se sienta en los grandes centros urbanos del país, aunque no se registró un alto impacto en los comercios y, dependiendo de cada provincia, también funcionaron dependencias públicas dado que los gremios estatales más importantes no se sumaron a la convocatoria.

A excepción de la ciudad de Rosario, en la mayoría de las provincias los establecimiento educativos permanecieron abiertos, a pesar de la manifiesta dificultad para concurrir de los estudiantes y del personal docente.

Los bancos, por su parte, cerraron sus puertas en todo el país por la adhesión de la Asociación Bancaria.

Crítica del Gobierno. A primera hora de la mañana, en su habitual conferencia de prensa en la puerta de Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, criticó la medida gremial al asegurar que el reclamo “tiene una posición política”.

El funcionario añadió que “el primer pretexto que se encontró (para realizar el paro) fue el impuesto a las Ganancias, pero nadie razonó que no impacta en ese gremio”, en referencia a la UTA y detalló que los gremios convocantes "deben tener entre el 7 u 8 por ciento de trabajadores a los que alcanza el impuesto". "Están parando por defender los sueldos altos de trabajadores de otros gremios", cuestionó.

El paro fue “contundente”. A media tarde, los principales dirigentes que impulsaron la medida de fuerza se congregaron en la sede de la Confederación General del Trabajo, donde en conferencia evaluaron que el acatamiento al paro fue ”contundente”.

“Hoy podemos decir con enorme satisfacción que hemos interpretado el reclamo de la gente, pero es imposible sacar un porcentaje del acatamiento”, admitió desde el estrado cegetista disidente el secretario general de la CGT-Azopardo, Hugo Moyano.

El camionero estuvo acompañado en el encuentro por el titular de CGT-Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, su par de la CTA-Autonóma, Pablo Micheli, y los dirigentes gremiales Juan Carlos Schmid, Julio Piumato y Gerónimo Venegas, entre otros, aunque resaltó la ausencia de los secretarios generales de la UTA, Roberto Fernández, y de La Fraternidad, Omar Maturano.



A su tiempo, Barrionuevo exigió el pago de “la deuda que el gobierno tiene con las obras sociales”, al tiempo que anticipó que en el próximo Comité Central Confederal de la CGT se analizará la posibilidad de profundizar el plan de lucha que contempla un paro de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo para el 15 de abril, propuesta que previamente había anticipado Micheli de la CTA.