La familia Silva pedirá prisión perpetua para Correa


El juicio por el asesinato que tuvo lugar el 2 de julio de 2013 en Adrogué está ingresando en la etapa final. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora será sede hoy de una nueva audiencia.

En los alegatos, la querella solicitará 25 años de prisión para Mario Correa, mientras que la defensa buscará la reducción de la pena.

En diálogo con Info Región, el abogado de la familia Silva, Ismael Jalil, explicó que la solicitud de la pena máxima se basa en dos agravantes: la alevosía y la condición de policía del imputado.

“La alevosía es en función del ataque a sabiendas de que las víctimas no se podían defender”, explicó el letrado, y continuó: “El hecho se produjo a partir del aprovechamiento de la situación de indefensión de los chicos Silva y del aseguramiento de que a él (por Correa) no le iba a pasar absolutamente nada”. “La condición de policía se acredita porque al momento del crimen él estaba revistando como integrante del comando de patrullas de Ezeiza en el programa Tolerancia Cero, cuando Granados (por Alejandro Granados, Ministro de Seguridad provincial) todavía era intendente del partido”, consideró Jalil.

Expectativas. “Nunca planteamos estos temas con una expectativa concreta sobre la decisión de los jueces, que normalmente terminan apañando y garantizando la impunidad de estos casos, pero me parece que este caso es tan contundente que entiendo que sería un escándalo que no haya prisión perpetua”, aseguró el abogado de la familia Silva.

La defensa intenta, desde que comenzó el juicio, reducir la calificación; es decir, discutir la alevosía y minimizar la condición de policía de Correa.

La declaración de los testigos. En la primera audiencia, que se llevó a cabo el 21 de abril, los testigos dieron cuenta de cómo se desataron los hechos. Según la reconstrucción y a partir de lo relatado ese día, Correa habría disparado a los hermanos Silva desde el boulevard ubicado en la esquina de Yrigoyen y Quinquela Martín, Adrogué, porque los jóvenes intentaron frenar un hecho de violencia de género en las puertas del Bingo.

Renzo resultó herido, mientras que Mauro recibió dos impactos de bala certeros y falleció en el acto. Tras el hecho, Correa volvió a ingresar al Bingo, aunque luego fue detenido cuando un policía vio que se le cayó la pistola de una bolsa naranja que llevaba.

El crimen sucedió en la noche del 2 de julio de 2013.

El último testigo solicitado por la querella prestó declaración el 28 de abril. Se trata de un policía que estaba dentro del bingo cuando el suboficial Correa ingresó para esconderse. Contó que Correa salió de la sala de juegos y se ubicó en la fila del remís para pasar desapercibido.