Cómo fue la experiencia de ex combatientes que volvieron a Malvinas


Aeroparque fue el lunes epicentro de un momento más que emotivo. Es que ese día volvieron los que habían viajado a Malvinas, con una herida que permanece abierta desde hace 33 años. Con ellos, volvieron recuerdos y muchas anécdotas. ¿Cómo fue la vivencia?

Miembros del Centro de Veteranos de Guerra de Lanús volvieron a pisar suelo malvinense y si bien algunos ya habían viajado, los sentimientos no se atenuaron.

El viaje. El 9 de mayo, Juan Carlos Canepparo, Darío Maciel, Jorge Blanco y Luis Díaz partieron hacia el Sur. Fueron acompañados por Aída Farina, viuda del Sargento Adolfo Luis Cabrera, uno de los últimos soldados que quedó custodiando el territorio.

La comitiva realizó diversos avistamientos de las zonas en las que hace más de tres décadas arriesgaron su vida. Se reencontraron con sus viejas posiciones –pozos de un metro de profundidad por dos de largo recubierto por una carpa- donde se resguardaban de los ataques enemigos.

El relato del familiar. Aida, quien ya había viajado dos veces a Malvinas, pudo conocer el lugar donde su marido cayó en combate, luego de que muchos de sus compañeros decidieran replegarse, quedándose a luchar hasta las últimas consecuencias.

La explosión que terminó con la vida del sargento “fue tan terrible” que, según su esposa, “mató a otros cinco soldados ingleses que estaban en combate”. “Conté las cruces inglesas”, reconoció.

El paso por el cementerio. Sin lugar a dudas, la experiencia más emotiva fue el recorrido por el cementerio de soldados argentinos. Allí, la comitiva visitó las tumbas de sus compañeros de pelotón, rodeados de paz y de un silencio ensordecedor que solo era cortado por el fresco viento malvinense.

Tras reiteradas insistencias a los guías que los llevaron hacia el cementerio, los conscriptos lograron sacarse una foto sosteniendo la bandera argentina, que una vez más pudo flamear sobre las islas.

Denunciaron malos tratos. Tanto Jorge Blanco como Aída reconocieron haber pasado “momentos incómodos” durante el viaje, principalmente cuando estuvieron por arribar de nuevo a la Argentina.

La viuda de Cabrera comentó que fue la única persona “revisada” por un guardia mientras realizaban el chequeo para tomar el vuelo hacia Ríos Gallegos. “Eso es ilegal”, consideró.

Blanco, en tanto, notó cierta “indiferencia” en el trato de los ciudadanos nativos cuando se daban cuenta que el contingente estaba conformado por excombatientes argentinos.