Perspectiva de género: una asignatura pendiente para la Justicia


A fines de junio, Héctor Pared fue encontrado culpable del asesinato de Mónica Mareco y condenado a 15 años de prisión por "homicidio calificado, agravado por el vínculo y en concurso real con tenencia de arma de uso civil". Sin embargo, el hombre pidió una “oportunidad” al hacer uso de sus últimas palabras ante el TOC 10 y recibió el beneficio de la prisión domiciliaria. El pedido se había basado en la "buena conducta" del ahora condenado y la posibilidad de trabajar desde su casa.

La resolución despertó el interrogante de organizaciones, asociaciones civiles y profesionales sobre si la Justicia logró adoptar una visión equitativa en cuanto a hechos violentos y crímenes perpetrados por hombres o mujeres y llegaron a la conclusión de que hay una “clara y grave falta de perspectiva de género” en la Justicia.

Las posturas. La directora ejecutiva de La Casa del Encuentro, Fabiana Túñez, sostuvo que esta falta de perspectiva de género “queda evidenciada en muchos fallos judiciales, como en el caso de Mónica Mareco”.

“El tratamiento de casos de femicidio y violencia de género es una asignatura pendiente que hay y pareciera que se buscara atenuar la responsabilidad del culpable en este tipo de hechos. La realidad es que es un tema que hay que trabajarlo mucho, jueces y fiscales deben estar capacitados en materia de género”, indicó.

La abogada Patricia Sanmamed, quien defendió a la víctima de violencia de género Nora Amaya en el juicio que se le realizó por el asesinato de su pareja -fue absuelta del crimen- aseguró que, en términos judiciales, “la mirada de género no existe”.

“No hay capacitación al respecto de esta temática. Ni siquiera tenemos preparación en la Facultad en este sentido. Ninguno de los que trabaja en el área de la Justicia la tiene, ya sean jueces, fiscales o abogados, y no se puede aplicar nada debido a esta falta de preparación”, argumentó la letrada.

Esta falta de capacitación puede desencadenar en lo que Sanmamed plantea como “dos miradas diferentes”. “Una, cuando el hecho es perpetrado por un hombre, y otra, cuando el hecho lo realiza una mujer. Una mujer siempre va a tener el agravante de ser mujer porque, en definitiva, mató por tal o cual motivo o porque no domina; en cambio, en el hombre, y esto se ve en la lectura de sentencias, es casi como bien recibida la venganza por una supuesta infidelidad. La misma conducta tiene dos formas de ser leída por la Justicia, de acuerdo al género”, criticó duramente.

La coordinadora de Mumala, Natalia Valle, agregó una cuestión más, que es “la falta de acompañamiento a la mujer en todo proceso jurídico”.

“Hay muchos casos de mujeres que terminan asesinando a su pareja, pero en un contexto de violencia de género y de defensa propia. De las miles de causas abiertas en los últimos tres años, muy pocas terminaron con sentencia fija. Y todo por la burocratización de la justicia y la falta de una fiscalía de la Mujer. Actualmente, la fiscalía de Familia se encarga de los casos de violencia de género, y también de problemas familiares y demás. Entonces los casos se postergan y las medidas llegan tarde”, señaló Valle.

Las causas. Túñez explicó que los motivos que facilitan esta situación en la Justicia es que “todavía es un ámbito machista”.

“Hay muchas cuestiones que resultan de los prejuicios sexistas a la hora de hablar de las sentencias de las investigaciones. Y hay sectores, en los que al no ser obligatorias las capacitaciones en este sentido, los profesionales no se capacitan en la reforma del Código penal con la inclusión de la figura de ‘femicidio’. No se capacitan en las convenciones internacionales a las que se sumó nuestro país. Entonces, hay una mezcla entre aquellos que ya tienen un prejuicio cultural machista y otros que por falta de capacitación, al no ser obligatorias, desconocen los códigos de la ley”, aclaró la titular de La Casa del Encuentro.

En consonancia, Sanmamed destacó que “el Poder Judicial es patriarcal”. Y en ese sentido se preguntó “¿Cuántas mujeres juezas hay? Muchas no.” “Y me refiero en cualquier fuero judicial, en lo familiar, lo laboral o penal. Juezas hay, pero sólo el 20 por ciento respecto a los hombres”, aseguró.

Propuestas de cambio. A fin de que la igualdad sea parte de la perspectiva, Tuñez pidió “cambiar las currículas” e incorporar a la carrera de Derecho y abogacía “la problemática de la violencia de género desde la perspectiva de la misma víctima, algo que no se incluye en ningún plan de estudio”.

Sanmamed adhiere a esta postura y resalta la importancia de educar “a los más pequeñitos”. “De esta forma vamos a ir formando en la no violencia y en el respeto. Vamos a lograr ese cambio, pero lamentablemente no se adoptan las medidas necesarias, ya que hay leyes que tipifican y condenan al femicidio, pero el número de muertes no baja. El pilar para empezar a erradicar esto es la educación”, recalcó la abogada.

Para Valle, “un primer paso para el cambio sería la creación de la Fiscalía de la Mujer”. Y además de ponderar la necesidad de capacitar al personal judicial, agregó que es “de vital importancia que más mujeres ocupen lugares de poder”.