Los más chicos fueron los protagonistas del festejo, que se realizó este fin de semana. Además de recibir la merienda, recibieron juguetes y ropa.
Si se patea la calle Ginebra, una vez que se cruza Camino Negro, a la altura de Ingeniero Budge, seguramente a lo lejos se podrá divisar un grupo de chicos jugando con un hombre alto y fornido. Se trata de Cristian Barros, un vecino de 42 años que, cansado de que tantos chiquitos desprotegidos de su cuadra no tengan para comer, comenzó a invitarlos a su hogar a tomar la merienda y a jugar con sus hijos.
Dos años después, las tardes de chocolatadas y risas se materializaron en un comedor infantil al que asisten decenas de nenes todos los días, lugar en el que también reciben apoyo escolar y son contenidos ante diversas problemáticas que, según Cristian, reinan en el barrio. “Acá tenemos muchos pibes metidos en la droga y en el robo”, afirma.
Dos años de trabajo por los chicos. Para celebrar el segundo aniversario del comedor, los chicos fueron agasajados el domingo con una rica merienda compuesta por facturas y chocolatada, además de números de magia y payasos, que repartieron chistes y números a cambio de risas a carcajadas.
También fueron sorprendidos con juguetes, pelotas y muñecas, y ropa donada. “Es un cumpleaños diferente… en vez de recibir, elegimos dar”, remarcó Cristian.
Una historia de lucha. “Yo era alcohólico crónico y hasta llegué a vivir en la estación de Banfield”, le expresó a Info Región el vecino, quien sostiene que “al haber padecido esas cosas”, busca que los chicos que asisten al comedor –de entre 2 y 17 años- no pasen por eso mismo.
El comedor está emplazado en la intersección de las calles Ginebra y Falucho, una zona “muy expuesta”, según advierte el hombre que desde hace dos años trabaja para que los chicos del barrio tengan un presente y un futuro mejor. “El nuestro es un esfuerzo muy grande y generalmente se ve. Estaría bueno que se nos dé más bolilla”, consideró Cristian, haciendo un llamado a las autoridades.
¿Cómo ayudar? Barros explicó que todos aquellos interesados en ayudar al comedor pueden donar alimentos no perecederos y prendas usadas, pero en buen estado.
Para acordar un encuentro, pueden contactarse a través de su cuenta de Facebook y arreglar así un punto de encuentro.
“Mirada Diferente” cumplió dos años
