Usar el celular al conducir, una costumbre peligrosa


Según el estudio realizado por la asociación Luchemos por la Vida en julio y agosto del año pasado en días hábiles en la ciudad de Buenos Aires hubo 2942 conductores de automóviles particulares observados.

Para la entidad, “esta cifra resulta alarmante, ya que significa que entre los vehículos particulares que circulan por Buenos Aires, (diariamente unos 1.400.000), hay aproximadamente 151.000 usando un celular mientras conduce, simultáneamente y constantemente, pese a la expresa prohibición” por Ley.

Desde la entidad recalcaron que desde “hace años que la ciencia estudia las importantes limitaciones que el cerebro tiene para realizar dos tareas que demanden atención al mismo tiempo, y los investigadores han probado hasta qué punto es peligroso conducir mientras se habla o mensajea por celular, aún con el sistema de manos libres”.

Peatones. Desde Luchemos por la Vida indicaron, además, que “el problema crece también entre los peatones, lo que aumenta aún más el riesgo en calles de la ciudad”.

Es que 3808 peatones fueron observados durante los días hábiles de agosto y septiembre de 2014.

“Recientes investigaciones internacionales han concluido que caminar hablando por teléfono celular es muy riesgoso ya que las personas observadas despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio, sin mirar al tránsito circundante y no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar, en una proporción muchísimo mayor que los no usuarios de celular. Para los peatones el problema real principal parece ser la distracción, así como les sucede a los conductores”, apuntaron.

“Si uno quiere usar el celular, tiene que parar”. Así lo reclamó el colaborador y docente Alberto Gasparini, integrante de Luchemos por la Vida, quien advirtió que el celular “es un elemento que distorsiona la atención que se debe prestar cuando se está conduciendo”.

En diálogo con Info Región, Gasparini señaló que el teléfono celular es “como tener una copa de vino en el cuerpo, porque las dos cosas disminuyen el margen de maniobra”. “Modifica el tiempo de reacción y eso puede ser un motivo de accidente”, agregó.

Según indicó, “hay muy pocas cosas que se pueden hacer mientras uno conduce, pero es porque el cien por ciento de la atención tiene que estar dedicada a la conducción”. “Si uno quiere usar el celular, tiene que parar”, insistió.

“La responsabilidad siempre es del conductor”. Norma Bonelli, quien encabeza la asociación de educación vial “Carla Arduini” se expresó en la misma línea que el informe emitido por Luchemos por la Vida, ya que consideró que “el celular produce bastante distracción” en los conductores.

Criticó, asimismo, que “en el Conurbano se violan mucho las normas de tránsito y si a eso se le suma el uso del celular, se vuelve más grave la cuestión”.

Sin embargo, manifestó que a pesar de que sea una problemática que afecte tanto a conductores como peatones “la ley dice que la responsabilidad siempre es del conductor porque el peatón se encuentra indefenso”.