Nacen en la cuenca Matanza Riachuelo y desembocan en los barrios. Esa es la principal dificultad que traen consigo los arroyos y canales que cruzan la región. Sobre todo, cada vez que llueve y superan su caudal habitual de agua, generando estragos en los barrios que los circundan.
Los nueve días ininterrumpidos de lluvias que tuvieron lugar hace dos semanas, elecciones primarias de por medio, hicieron que muchos desagotes y aliviadores no den abasto, pero también pusieron de manifiesto la carencia de obras esenciales en materia hídrica: algunas que se iniciaron y aún siguen sin concluirse y otras que, si bien fueron planeadas, aún no comenzaron.
En Lomas, según el Foro Hídrico local, la obra que ayudaría a evitar, al menos parcialmente, las inundaciones, es la construcción de un aliviador en la parte Oeste del Arroyo Del Rey, el cauce más extenso del distrito. “Este es un proyecto que está aprobado, pero que todavía no se puso en marcha”, advirtió a este medio Víctor Frites, referente de la entidad.
“La obra que sí comenzó fue la estación de bombeo, pero tiene un tiempo de ejecución de dos años y hasta tanto no se complete, toda la parte de la cuenca baja del arroyo sufre las inundaciones. Cuando sube el Riachuelo, el mismo río no deja ingresar el agua de los afluentes y se desborda en estas zonas”, explicó.
Villa Lamadrid, Villa Constitución y Olimpo son las zonas más afectadas por el desborde del Del Rey. “Que falten estas obras en la parte baja del arroyo del Rey también agrava a las zonas del arroyo Mujica y Santa Catalina”, explica Frites.
El incremento del caudal de agua del Santa Catalina también es sufrido por algunos barrios de Esteban Echeverría que se ubican en las adyacencias del cauce, en la localidad de 9 de Abril.
“Los barrios El Gaucho y El Gauchito fueron los más complicados con esas lluvias. Los barrios San Sebastián y San Carlos también, por la cercanía al arroyo”, aseguró Ramón Acosta, uno de los vecinos afectados. “La zona más perjudicada abarcó unas veinte manzanas en total, que quedaron totalmente anegadas. En San Sebastián, sobre la calle Rivera Sur, todas las casas quedaron en el agua, aproximadamente unas 50. La Calle Pedro Elizalde también se inundó, quizás no tanto como en otras ocasiones, pero igual subió el agua”, describió el vecino.
Allí los vecinos presentaron un proyecto a las autoridades del Ministerio de Infraestructura y Obras Públicas de la Provincia denominado “Cuenca San Juan”. “Pedimos una red de caños para entubar el canal que recorre el barrio San Carlos y que desemboca en el Santa Catalina. Esto ayudaría mucho a paliar las inundaciones. También habría que agrandar algunos zanjones que se construyeron para que reciban el agua de los barrios El Gaucho y El Gauchito, sobre la calle Huergo”, planteó Acosta.
Volviendo a Lomas, allí también es conflictivo el arroyo Unamuno, en el límite con Lanús, aunque este cauce ya cuenta con su aliviador. “En el límite con Fiorito, el aliviador del Unamuno quedó paralizado por la gran cantidad de agua y se desbordó. Al barrio Nueva Esperanza le entró el agua por adelante y por atrás de los afluentes del Matanza Riachuelo, y en Villa Albertina y Villa Independencia también”, completó Frites.
Desde Lanús confirmaron el panorama y advirtieron que una de las obras que más se necesitan allí es la construcción de una estación de bombeo y una compuerta sobre el canal Olazábal. “Esto permitiría que, con la creciente, la compuerta se llene para que el agua retroceda y pueda salir por los sumideros”, detalló Carmelo Aiello, miembro del Foro local.
Allí las zonas más afectadas fueron Monte Chingolo y Lanús Oeste, donde el canal Olazábal complica a las zonas que circundan la calle homónima y Marco Avellaneda. “Las obras más necesarias hubieran sido las que permitan encausar al Olazábal, además de nuevos sumideros porque los que están permanecen tapados por la basura y tienen los caños muy angostos, por lo que no logran adaptarse al caudal de agua que baja por las lluvias”, explicó Aiello.
Piden que se concluyan obras para enfrentar las inundaciones
