Las obras en el comedor de Rafael Calzada llegan a su etapa final. Para completarlas, sus impulsores precisan de materiales, además de alimentos para abastecer a los 140 chicos que a diario alimentan.
Desde su fundación, en 2010 y por iniciativa de Juan Argañaraz, el comedor no para de crecer.
Obras. La nueva edificación se encuentra en el fondo del terreno de Juan Argarañaz, ubicado en Benteveo 3068, en el barrio “Guadalupe” de Calzada. Ya se completaron las instalaciones sanitarias, para garantizar una calidad higiénica a la altura de las circunstancias, teniendo en cuenta que a diario al lugar concurren más de 140 chicos a almorzar y tomar la merienda.
Aún resta encarpetar el piso, por lo que sus voluntarios hacen un llamado a la solidaridad y convocan a todos los vecinos que puedan acercar materiales de construcción, como arena y cemento.
“Si todo sale bien esperamos terminar la obra para diciembre”, afirmó Argarañaz. “Cada vez vienen más chicos y eso nos alegra mucho. Esperemos poder terminar la obra lo antes posibles para que estén más cómodos”, señaló en diálogo con Info Región.
Talleres. Además del incremento de chicos que asisten al comedor en busca del almuerzo y la merienda, el fundador reiteró que el deseo es ampliar el espacio para poder comenzar a dictar talleres de apoyo escolar, para los más chicos, y oficios, para familiares.
Almuerzo solidario. Si bien no hay fecha confirmada, Argañaraz precisó que el mes que viene se realizará un evento para recaudar fondos.
Aquellos que quieran colaborar con materiales o alimentos no perecederos, pueden comunicarse al teléfono 15-3957-1185 o a través de la cuenta de Facebook.
El comedor. Es un emprendimiento familiar, comenzado por Argarañaz en 2010 y construido gracias a la labor de su esposa, sus hijos y la ayuda de amigos y organizaciones solidarias. Gracias al esfuerzo y el apoyo de sus voluntarios, el espacio se consolidó en la comunidad de Rafael Calzada y hoy se erige como uno de los comedores infantiles más concurridos de la zona.
Durante los primeros meses, al lugar se acercaban entre 15 y 20 chicos del barrio, mientras que hoy más de 140 nenes reciben el almuerzo y la merienda todos los días, además de la cena los sábados y domingos.
El Comedor Pekeñitos recibe cada vez más chicos y no le alcanza el espacio
