Esta vez, fueron citados a declarar en el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil seis jóvenes que participaron de la fiesta y en la cual dos chicas (de entonces 14 y 15 años) denunciaron haber sido abusadas por un grupo de adolescentes.
“La mayoría de ellos confirmaron circunstancias concomitantes con el hecho en sí”, manifestó el abogado de la querella, Ciro Annichiarico, con respecto a las declaraciones de los testigos. “Tres de los jóvenes dijeron ser amigos de los imputados, pero a pesar de eso, terminaron aportando datos que sirven como elemento de contexto”, agregó.
Durante las instancias previas al juicio, se había advertido que alrededor de diez personas fueron las que participaron de los abusos, pero finalmente sólo dos fueron imputados por “abuso deshonesto agravado”. “Estamos seguros de que otros participaron también y se va a motivar una imputación futura una vez que se sepa que fueron partícipes”, aclaró Annichiarico.
Las audiencias anteriores. El juicio comenzó el lunes con las declaraciones de las madres de las adolescentes que denunciaron abuso, una de las chicas, uno de los testigos que participó de la fiesta y la perito que realizó la cámara gesell a las menores.
En la segunda audiencia, declararon otras seis personas, de los cuales cuatro estuvieron en la fiesta, y las otras dos fueron los peritos que examinaron a los imputados. “Los testimonios, en todos los casos, corroboraron los hechos, ya sea por haberlos presenciado o por haber visto a la víctima en estado de quebranto”, aseguró el letrado a este medio.
En el caso particular de los peritos, “confirmaron que habían visto a los acusados en adecuadas condiciones psicofísicas y no tenían problemas para comprender lo que estaban pasando”. “Por lo tanto, son personas que están en condiciones de ser sometidas a proceso”, observó.
Lo que sigue. Quedan dos audiencias previas a la etapa de alegatos, que se desarrollarán hoy y el lunes. En la del lunes dará su testimonio la otra joven que denunció abuso.
La resolución del juicio está cerca, ya que estiman que tanto los alegatos como la lectura de la sentencia se concretarán la semana que viene.
El hecho. Se remonta al domingo 13 de octubre de 2013, cuando dos adolescentes de 14 y 15 años denunciaron haber sido abusadas por un grupo de 10 menores, en el marco de una fiesta privada en una casa de Banfield.
Los jóvenes involucrados cursaban el sexto año del colegio Balmoral (tenían 16 y 17 años) y forman parte de un grupo de fútbol que se hace llamar "La Gloriosa".
La madre de una de las chicas había explicado que estaba sentada en el patio de la casa con su celular, cuando un chico se lo arrebató. Ella lo corrió para sacárselo y terminó encerrada en una habitación con un grupo chicos. “Cuando entró, le metieron una sábana en la cabeza. Ella forcejeó, la tiraron en la cama y la empezaron a manosear”, había comentado cuando el caso tomó estado público. Según la denuncia, en esa misma habitación, a un costado, había otra chica que ya había pasado por esta situación y lloraba.
“Todo el mundo sabe lo que hacen estos pibes. Hay otras denuncias, hay otras chicas abusadas. Por eso me atreví a hablar”, había alertado, dando cuenta de la existencia de más casos que nunca fueron denunciados.
“Estamos seguros de que otros participaron también”
