Avanza el juicio por denuncias de abuso en una fiesta privada


El juicio comenzó el lunes y ayer se llevó a cabo la cuarta audiencia ante el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil, ubicado en Talcahuano 278 , de Banfield.

La causa está caratulada como “abuso deshonesto agravado” y refiere a un hecho sucedido en octubre de 2013, cuando dos chicas denunciaron haber sido abusadas por un grupo de adolescentes en el marco de una fiesta privada que se realizó en una casa de Banfield. En el banquillo de los acusados se juzga a dos jóvenes, aunque no se descarta aún que otros también hayan participado del hecho.

En la jornada de ayer declararon cinco jóvenes que estuvieron presentes en la fiesta, mientras que la próxima audiencia se realizará el lunes y, en esa ocasión, será el turno de declarar para una de las víctimas. La otra lo hizo el mismo lunes en que se inició el proceso oral.



El desarrollo del juicio. Además del testimonio de la adolescente, en la primera audiencia también prestaron declaraciones las madres de las mismas, uno de los testigos que estuvo en la fiesta y la perito que realizó la cámara gesell a las menores.

El martes fueron citados seis testigos más. Cuatro de ellos participaron en la fiesta y los dos restantes fueron los peritos que examinaron a los imputados.

Según había apuntado a Info Región el abogado querellante, Ciro Annichiarico, los peritos constataron que los acusados estaban en “adecuadas condiciones psicofísicas” y, por lo tanto, eran susceptibles de ser “sometidos a proceso”.



El hecho. El 13 de octubre de 2013, dos adolescentes de 14 y 15 años denunciaron haber sido abusadas por un grupo de diez menores en una fiesta privada de una casa de Banfield.

Los jóvenes involucrados pertenecían al sexto año del colegio Balmoral (tenían 16 y 17 años) y formaban parte de un grupo de fútbol que se hacía llamar “La Gloriosa”.

La madre de una de las chicas había explicado que la menor estaba sentada en el patio de la casa con su celular, cuando un chico se lo arrebató. Ella lo corrió para sacárselo y terminó encerrada en una habitación con un grupo de chicos. “Cuando entró, le metieron una sábana en la cabeza. Ella forcejeó, la tiraron a la cama y la empezaron a manosear”, había comentado cuando el caso tomó estado público. Según la denuncia, en esa misma habitación, a un costado, había otra chica que ya había pasado por esa situación y lloraba.

Finalmente, luego de que la defensa interpusiera recursos para impedir el juicio y se realizaran algunas audiencias conciliatorias “para pedir perdón falsamente”, tanto la querella como la fiscalía coincidieron en que las pruebas eran “suficientes” para elevar la causa a juicio.