El homenaje de Aznar al Flaco Spinetta


“Necesitaba darle un abrazo más a Luis. Y esta fue la manera, con la ayuda de cien mil brazos”, escribió Pedro Aznar en el cuidado librito que acompaña al cd doble que plasma un repertorio de 26 canciones de Luis Alberto Spinetta que ejecutó el 29 de abril pasado en Plaza Italia de Buenos Aires.

El gesto cariñoso, emotivo y tributante que el artista compartió con la multitud y también con el baterista Pomo (viejo ladero del “Flaco” en varias aventuras musicales) y con el tecladista Andrés Beeuwsaert, además de con la cantante Roxana Amed que se sumó a “Barro tal vez” y “Durazno sangrando”, no termina de coronar un hecho musical excepcional pese a la estatura del repertorio y de sus intérpretes.

Tal vez la emoción o quizá el excesivo respeto por la obra del creador fallecido el 8 de febrero, hace que el registro tenga mucho de Spinetta y poco de Aznar y entonces parece faltar el esperable diálogo entre este par de rockeros devenidos en emblemas de la cultura popular argentina.

Siempre pulcro y afinado, Pedro no logra romper el genial molde musical urdido por Luis y de tan reverencial con el mágico legado del hacedor de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, termina sin poder transmitir esa maravilla sobre la que seguramente tiene tanto por decir, por aportar, por enriquecer.

El registro en una fría noche porteña que parece haber impregnado al cancionero suma títulos esenciales de Spinetta como “Tema de Pototo”, “Cantata de puentes amarillos”, “Todas las hojas son del viento”, “Resumen porteño”, “Los libros de la buena memoria”, “Sexo”, “Blues de Cris”, “Qué ves el cielo”, “Seguir viviendo sin tu amor” y “Ella también”.

Aznar está recreando ese show con tres presentaciones en el teatro ND, donde actuó el domingo y repetirá los días 7 y 8, sumando canciones de Los Beatles y otras piezas, en compañía de Alejandro Oliva en percusión, Hernán Jacinto en teclados, Julián Semprini en batería y Coqui Rodríguez en guitarras.