Condenan a un hombre que intentó matar a su esposa


Fuentes judiciales indicaron esta mañana que la Sala II de la máxima instancia en lo penal del país rechazó un recurso de casación contra la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Dos (TOC2) que halló al hombre (sólo identificado por sus iniciales R.E.A.) autor del delito de "homicidio en grado de tentativa agravado por el vínculo".

En una resolución de 22 carillas, firmada ayer, los camaristas Ángela Ledesma, Pedro David y Alejandro Slokar coincidieron en confirmar "la responsabilidad penal de R.E.A. por los hechos, descartando la concurrencia de circunstancias extraordinarias de atenuación".

El juicio. Al declarar ante el TOC2, en el juicio oral y público, la damnificada refirió que "ese día (mayo de 2010) había concurrido a su casa de Lugano para ver a su propio padre y a sus hijos que vivían allí, pues ella se había retirado del hogar en febrero de ese año".

"Luego se dirigió a efectuar unas compras en la zona, momento en el que se cruzó con el imputado en la vía pública, quien luego de recriminarla por una supuesta conversación telefónica que había tenido con sus hijos, la empujó contra la pared y empezó un forcejeo, hasta sentir que la apuñalaba", recrearon los jueces.

La camarista Ledesma consideró que los jueces del TOC2 “han confrontado y armonizando adecuadamente el complejo plexo probatorio reseñado, quedando corroborado en forma indubitable el relato brindado por la damnificada P. H., de modo que la sentencia examinada satisface el requisito de certeza necesaria exigida a todo veredicto de condena".

Su colega David adhirió al voto en tanto Slokar abundó en fundamentos y explicó que "la magnitud de hechos como el que se ventila en la presente no escapan a una reconsideración normativa frente a los deberes del Estado asumidos en virtud de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer".

El juez apuntó que "adquiere pleno sentido la violencia de género como una forma de discriminación a las mujeres, pues la indiscutible posición subordinada que la sociedad patriarcal atribuye a lo femenino –como género, como colectivo– hace que la violencia contra ellas sea un reflejo de esa sumisión, al tiempo que un instrumento para mantenerla".