Un nuevo sitio de memoria será señalizado


El acto de señalización se hará a las 10 en Francisco Aguirre 4500, departamento de Tafí Viejo, en la provincia de Tucumán, y está organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación junto con la Secretaría de Estado de Derechos Humanos provincial y la participación de organismos de derechos humanos, familiares y sobrevivientes.

El espacio. El 'Pozo de Vargas' fue utilizado para ocultar a los militantes políticos y sociales secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad en el marco del 'Operativo Independencia', el primer ejercicio de terrorismo de Estado aplicado bajo la doctrina de la Seguridad Nacional, utilizando la metodología de secuestros, desapariciones y campos de concentración clandestinos donde se torturó y asesinó a miles de tucumanos.

Ubicado en la “Finca de Vargas”, es una edificación subterránea de tres metros de diámetro y aproximadamente unos 40 metros de profundidad, construido hacia fines de siglo XIX y empleado como lugar de abastecimiento de agua para las máquinas ferroviarias a vapor hasta mediados del siglo XX.

Según testimonios existentes en el Archivo Nacional de la Memoria y en causas judiciales, la mayoría de las víctimas estuvieron previamente cautivas en los centros clandestinos de detención “La Escuelita de Famaillá”, Jefatura de Policía de Tucumán y Arsenal Miguel de Azcuénaga, entre otros.

Investigaciones y proceso de señalización. Hacia fines de 2001, tras reiteradas denuncias de los organismos de derechos humanos y familiares referidas a la existencia de un pozo de agua en el que habrían hombres y mujeres enterrados, un equipo de investigación- de la carrera de arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán- realizó un primer relevamiento que permitió el inicio de una causa judicial que comprobó la existencia de una fosa.

El 30 de septiembre de 2003, el ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner, visitó el sitio e impulsó el avance de las investigaciones a cargo de la Universidad Nacional de Tucumán que permitieron que en 2004 se recuperaron las primeras evidencias de restos óseos humanos.

Actualmente, la instancia forense continúa con los trabajos y, a partir de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), hasta el momento se han identificado a 43 hombres y mujeres en el lugar de inhumación clandestina.