Defensa civil: vocación y abnegación al servicio de la comunidad


Desde un poste o árbol caído, pasando por un gran incendio o la devastación que provoca el agua cuando la inundación castiga a los barrios. En todos los casos, ellos están ahí. Es una tarea que requiere abnegación y no sabe de horarios laborales ya que los hombres y mujeres que componen el servicio de Defensa Civil en la región están pendientes de la contingencia y dispuestos a colaborar cuando la comunidad los necesita. En la región, son más de 200.

“Muchas veces sucede que somos la primera cara que aparece en una emergencia y hay que saber hablarle a la gente, contenerla, generar calma y también ejecutar, es decir dar respuestas rápidas e inmediatas”, sostiene Juan Santos, que desde hace doce años está a cargo del servicio en Avellaneda, donde comanda un grupo de 32 personas.

El lunes de la semana pasada se celebró su día, en recuerdo de una de las mayores catástrofes sufridas en nuestro país: el terremoto de Caucete, en San Juan, ocurrido en 1977. Pero ellos no aspiran a ningún homenaje o reconocimiento. Sienten que su deber, por vocación, es acompañar a las personas cuando más los necesitan.

“Un hecho en el que intervenimos de los que más recuerdo es el de las treinta manzanas inundadas en el barrio Nueva Esperanza en 2013. Estuve una semana sin volver a casa porque sentía la necesidad de quedarme permanentemente ahí, ya que considero que es lo mínimo que podemos hacer. Fue lo más significativo que me tocó vivir en Defensa Civil, en estos doce años desde que estoy a cargo”, remarca Cristian Green, desde Lomas de Zamora.

Es que, en el distrito, las lluvias cuando son fuertes o se extienden durante varios días, causan estragos. “Estamos atravesados por cuatro arroyos y a eso hay que sumarle el Riachuelo en la zona norte y las diferencias en el terreno. En la zona, las grandes cantidades de agua que caen en corto período terminan inundando distintos barrios, ese es el principal inconveniente que afrontamos”, señala y advierte que el cuerpo está conformado por setenta personas.

En Lanús, el titular de Defensa Civil, Rodrigo Patiño, evoca como uno de los trabajos más arduos del área, el incendio en la química ARyL, hace dos años. “Estaba abandonada, con químicos adentro, que empezaron a reaccionar por los mismos productos, que hicieron corrosión en los envases. El operativo duró 46 días ya que tuvimos que trabajar con la población pegada al barrio industrial”, sostiene.

En el distrito, son 89 las personas que trabajan para evitar o minimizar las consecuencias de cualquier tipo de catástrofe, ya sea natural o producida por el hombre. “La primera respuesta consiste en reducir y eliminar el riesgo de vida. Por eso se empieza con tareas de rescate y se continúa con trabajo social y obras públicas”, detalla y asegura: “Nos motiva la satisfacción de estar ahí, acompañando al vecino en el momento en que más lo necesita”.

En Esteban Echeverría, destacan la labor incansable de quienes integran el servicio. “Defensa civil es como los bomberos. Trabajan a diario, sin feriados y enfrentándose a distintos riesgos en los cuales exponen su vida”, resalta el jefe de Gabinete local, Miguel Ángel Urchipía.

Y de eso da fe Patiño. “No tenés horarios de trabajo. No podes programar tu vida. De hecho, pensas que vas a tener un día tranquilo y, de repente, ya no lo tenés”, sostiene y asegura que “lo más duro es lidiar todo el tiempo con el dolor y la pérdida”.

Para alertas

Lanús: 4241-0013 / Servicio gratuito 103

Avellaneda: Servicio gratuito 103/ 0800-3333-218.

Lomas de Zamora: 0800-122-5662, 103 o el 147 de Seguridad

Esteban Echeverría: Servicio gratuito 103