Argentina retiró a los aviones Mirage tras 43 años


La ceremonia de despedida tuvo lugar en la VI Brigada Aérea del partido bonaerense de Tandil, dónde hasta ayer estuvieron desplegadas distintas versiones de la familia Mirage que la FAA operó desde 1972.

Pilotos en actividad y retirados, veteranos de la Guerra de Malvinas, técnicos, familiares de integrantes de la FAA, vecinos de Tandil y representantes de distintas fuerzas armadas y de seguridad participaron de una jornada de homenaje a los Mirage, para la que cuatro aviones de distintos modelos de la flota fueron pintados con diferentes esquemas y realizaron diversas demostraciones de vuelo.

También participaron del desfile aéreo los aviones IA-63 Pampa, IA-58 Pucará, Hércules C-130, Fokker F-27, DHC-6 Twin Otter, Grob 120 y Emb-312 Tucano; además de los helicópteros Mi-171, Bell 212 y Hughes 500.

Sobre las naves. Los Mirage III fueron diseñados como interceptores supersónicos por la compañía francesa Dassault a mediados de los años '50, que luego presentó la variante Mirage V integrando capacidades de ataque cómo cazabombardero.

Estos aviones franceses ganaron su prestigio internacional en manos de los pilotos israelíes durante la "Guerra de los 6 Días" que enfrentó a ese país con sus vecinos árabes en 1967, y cinco años después Argentina incorporó sus primera unidades, que comenzaron a volar en 1973.

Con su capacidad para volar hasta los 20 mil metros de altura y hasta a 2.400 kilómetros por hora, los Mirage III argentinos ejecutaron 56 salidas de combate durante la Guerra de Malvinas, cumpliendo misiones de cobertura, escolta y diversión, cayendo en combate el mayor Gustavo García Cuerva.

Los IAI Dagger, desarrollo israelí del Mirage V, cumplieron durante los 45 días de la Guerra de Malvinas con 115 salidas en las que provocaron importantes pérdidas a la flota británica, tarea en la fueron derribados 11 aviones y murieron cinco pilotos.

Desde 1988, las distintas variantes del Mirage operadas por la FAA tuvieron su asiento en Tandil y en los últimos años se llevaron adelante diversas negociaciones para reemplazar esta flota por aviones con tecnología actualizada, que amplíen las capacidades de la defensa aérea argentina.

Sobre el evento. El jefe de la Fuérza Aérea y veterano de la Guerra de Malvinas, Mario Callejo, señaló que "este evento no convocó a una despedida, sino a un reencuentro de hombres y mujeres de la Fuerza Aérea, que compartieron ese lazo invisible con estos aviones; pilotos, mecánicos, personal civil y de apoyo, unidos a través de 43 años de actividad en diversas unidades aéreas".

"Centenares de nuestros pilotos de combate se formaron en éstas aeronaves y merced a la capacidad y elevado grado de compromiso de nuestros ingenieros y mecánicos en sus distintas especialidades, se logró mantenerlas en servicio operativo durante más de 43 años", destacó.

"Sus años de servicio operativo y el rol sumamente importante que le cupo durante el Conflicto del Atlántico Sur en 1982, sumado a su desactualización tecnológica hicieron necesario planificar su reemplazo, procurándose la adquisición de un nuevo sistema que satisfaga las capacidades de defensa aérea supersónica, que permita constituirse ante los nuevos escenarios que la actualidad nos impone, en uno de los pilares del Sistema de Defensa Aeroespacial", concluyó.

Renovación. Después de analizar la variante modernizada por España del Mirage F1 francés, el jet chino/paquistaní JF-17, y el francés Mirage 2000, la FAA y el Ministerio de Defensa concordaron en que el israelí IAI Kfir (evolución del Mirage V) es el que mejor se ajusta a los requerimientos establecidos, aunque la posible firma del contrato de adquisición fue pospuesta para que sea analizada por el futuro ministro de Defensa, Julio Martínez, que asumirá el próximo 10 de diciembre.

En paralelo, y luego de que los Estados Unidos los ofertasen en distintas oportunidades, Argentina solicitó una propuesta técnica para evaluar al avión estadounidense F-16, análisis que también estará a cargo de la próxima gestión.