La externación: un camino hacia la recuperación


Cuando llegó al Hospital Esteves la resolución del Ministerio de Salud bonaerense para elaborar dispositivos de desmanicomialización -es decir, un tratamiento comunitario para personas con problemas de salud mental en lugar de internarlos en neuropsiquiátricos- los pacientes más predispuestos pasaron a convivir en casas que alquila el centro de salud, en grupos de 3 a 5 personas, o con familias alojantes que deseen alquilar habitaciones para 1 ó 2 mujeres.

“Se trabaja con pacientes del hospital que están en condiciones de alta, pero que no tienen los recursos sociales, económicos y familiares para volver a su casa. Se trata de evitar el hospitalismo o institucionalización, que es el riesgo de la permanencia prolongada en instituciones”, había destacado la coordinadora del PREA en el Esteves, Patricia Esmerado.

En ese marco, las mujeres también cuentan con el centro comunitario “Libremente”, donde funcionan los equipos del PREA y se atiende a las mujeres externadas en terapias individuales y grupales.

“Hacemos asambleas de convivencia, que son reuniones del equipo con las mujeres, porque obviamente hay conflictos. También se realizan un montón de actividades culturales, de formación laboral, recreativas, que son abiertas a toda la comunidad, creando un clima importante de inclusión social”, señaló.

A partir de la implementación, en 1999, de dicho programa, más de 80 mujeres lograron dejar atrás la internación y reinsertarse en la sociedad, así como recomponer sus vínculos afectivos, trabajar y convertirse en testimonios vivos de las ventajas que propone la desmanicomialización. Es que, en el marco del PREA, las pacientes conviven en casas alquiladas por el hospital, como una alternativa al encierro y a la postración.