Cromañón: una tragedia que ya se llevó 34 padres


Es que Cromañón no fue una noche. Fue una oscuridad que lo tiñó todo el 30 de diciembre de 2004 y que aún sigue plagando de sombras a los sobrevivientes, sus familias y, sobre todo, las de las víctimas fatales. Ellos dicen que Cromañón no duró una noche, sino que ese fin de año comenzó. Es que hoy sigue trayéndoles el mismo dolor que hace once años y prueba de ello es la cantidad de madres y padres de víctimas que fallecieron desde entonces: un total de 34.

Hasta ayer, eran 33. Pero la triste noticia de la partida de Olga Gamarra engrosa la lista. Se trata de la mamá de Laura Oviedo, que también perdió a su hermana, Mercedes Gamarra, en el boliche de Once.

“Esto es tremendamente doloroso. Ella es la número 34. Por año estamos perdiendo entre dos o tres mamás y papás, la mayoría por cáncer, y esto tiene que ver con la angustia y la ausencia”, señala a Info Región, triste, Nilda Gómez, presidente de la ONG “Familias por la Vida”.

Y asegura que “es muy alta la tasa de familiares fallecidos en comparación con otras tragedias”. “Esto tiene que ver con que todavía no tenemos un final con el tema judicial, que es lo mínimo que necesitamos para vivir en paz, un poco de Justicia. Saber que ya están presos, que pagaron en la cárcel, que ya está por lo menos ese tema”, resalta y hace referencia a la banda Callejeros y a algunos funcionarios “que no recibieron pena”.

“Le mandé notas a la Corte Suprema cuando hubo padres que estaban muy graves, porque era fundamental que de una vez por todas nos recibieran para ver qué paso con el tema Callejeros y funcionarios, si está realmente cerrado”, apuntó y aseguró que, en ese momento, recibió la noticia de que la causa se hallaba en Procuración.

“La tiene (Alejandra) Gils Carbó en Procuración y la verdad es que eso es terrible porque es una causa que ya mucha vuelta no le podes dar. Callejeros y funcionarios tienen dos condenas y recursos extraordinarios rechazados”, señaló.

Lo cierto es que a las pérdidas de Laura Oviedo y Marcela Gamarra, ahora se suma la de Olga, que deja atrás a su otro hijo Ignacio, de 13 años, y a su esposo Vicente.

“Esta es otra pérdida más para lo que queda de la familia. Fue muy intenso el desgaste de Olga y tiene que ver con eso. Desde hace once años, no somos padres que nos quedamos tranquilos en casa. Vamos al juzgado, a tribunales, reclamamos y vamos a todos lados. Todo eso, en definitiva, es un desgaste”, apuntó.

Y sabe de que habla. Nilda nunca paró. Desde la muerte de su hijo, Mariano Benítez, hasta se recibió de abogada para entender más sobre causas y recursos judiciales.

“En mi caso trato de estar en varias cosas a la vez. Ocuparme de un montón de cosas para seguir, para no pensar. Mariano es mi motor”, señala.

Cintia Vespasiani