"Esconder el alquiler de vientre debajo de la alfombra, no ayuda”


El caso de una mujer que alquiló el vientre de su hermana para ser madre y debió recurrir a la Justicia para poder anotar a la beba como su hija da cuenta de una situación de vacío legal en torno a una temática tan sensible. Es que si bien la maternidad subrogada o gestación por sustitución, como se conoce a esta técnica, no fue avalada en la última reforma realizada al Código civil, los casos se siguen multiplicando en la Argentina. El problema es que, ante el vacío legal, desde la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) admitieron a Info Región que “es necesario judicializar todos los casos”.

“El tema del útero subrogado estaba en el anteproyecto de reforma al Código, pero lo quitaron y lamentablemente es necesario judicializar todos los casos”, insistió el presidente del SAMER, Gustavo Martínez, a Info Región.

El reciente caso de la mujer que debió recurrir a un juzgado de familia de Lomas de Zamora para poder anotar con su apellido a la beba que se gestó en el vientre de su hermana pero con sus gametos y los de su pareja, da cuenta de que la maternidad subrogada se efectúa en el país, pero depende plenamente de la Justicia.

“Las personas con las que estamos trabajando, que estuvieron escribiendo el Código Civil y redactando la Ley de Fertilidad 26862, recomiendan para acudir a esta opción, judicializar el caso. Es decir, ir a un juzgado para que les autorice el procedimiento, para después realizarlo porque, sino, si se hace primero y después se judicializa, dependemos de la buena voluntad del juez o de la consideración que tenga el juez sobre el tema. Y sabemos que la Justicia no es una sola, sino que vale mucho la interpretación de quien sea el juez y hay algunos que están a favor y otros en contra y esto puede terminar siendo un problema”, relató Martínez.

En el caso reciente, la voluntad de la jueza de familia lomense María Villaverde fue que los padres biológicos pudieran anotar a la criatura con su apellido, pese a ser gestada en otro vientre.

“La postura del SAME era originalmente que, en caso de hacerse, sea de forma altruista e idealmente por medio de un vínculo familiar. Pero ahora, con este devenir de cosas que han pasado, creemos que debería ser cuestión del Congreso sacar una ley que trate seriamente este tema porque la realidad es que hoy en día se están haciendo alquileres de vientre en Argentina y esconderlos debajo de la alfombra, no ayuda nada”, apuntó.

Si bien el Código civil tiene en cuenta la voluntad procreacional de los padres biológicos, en su artículo 562 advierte que “los nacidos por las técnicas de reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz y del hombre o de la mujer que también ha prestado su consentimiento previo, informado y libre en los términos de los artículos 560 y 561, debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, con independencia de quién haya aportado los gametos”.

Según Martínez, el concepto de voluntad procreacional “tiene un sentido más profundo”. “Es una persona, ni siquiera una pareja, que tenga la voluntad de tener un hijo. Esa voluntad la manifiesta quien recibe óvulos donados o semen donado por ejemplo, o una pareja que se acerca a hacer un tratamiento de fecundación in vitro. Lo deja expresado en un consentimiento informado”, explica y cerciora: “Voluntad procreacional implica quiero ser padre”.

La ley actual sólo maneja la figura de la gestante. Pero el donante o el donante no es padre, es donante. Ellos no tienen voluntad procreacional, lo único que hacen es donar una gameta. En el caso del vientre subrogado, la Ley dice que el chico que nace es hijo del vientre que lo llevó y donde fue gestado. Entonces si esto no se judicializa, en el Registro civil van a anotarlo como hijo de la persona que lo gestó. Esa madre que lo gestó, sin embargo, no ha tenido voluntad procreacional. Entonces lo que estamos tratando de lograr es que una ley deje en claro que la voluntad procreacional puede ser también de la persona que no tiene útero y que puede gestar por sustitución”, especificó.

Y, respecto de los casos de alquiler de vientre en Argentina, admitió que “los que han tenido mejor final son los que acudieron primero a la Justicia para después hacer el tratamiento”.

Cintia Vespasiani