Cristina: "Me pueden meter presa, pero no callarme"


Al retirarse de los tribunales y subirse al escenario montado para la ocasión, mientras miles de personas manifestaban su acompañamiento, Cristina Fernández sentenció: "Me pueden meter presa, pero lo que no pueden hacer es hacerme callar y decir lo que pienso".

"Me pueden citar 20 veces más", aclaró, y llamó a tener tranquilidad y revisar la historia. "No soy la única ex presidenta perseguida", sentenció, al tiempo que aclaró: "Los dirigentes no cambiamos la historia, el que la cambia es el pueblo".

Evocó a Juan Domingo Perón y Eva Duarte, y resaltó: "Ellos construyeron historia", mencionando el 17 de octubre.

Rechazó el accionar de la Justicia y aludió nuevamente al "Partido Judicial", y replicó: "El golpe de Hipólito Yrigoyen fue convalidado por la Suprema Corte de Justicia". Y aseguró: "Si pudieran prohibir la letra K del abecedario, lo harían".

Críticas al Ejecutivo. "Querían llevarnos al mundo y nos llevaron, estamos en las tapas de todos los diarios", disparó, al tiempo que se refirió al escándalo de las sociedad offshore. "Buscando la ruta del dinero K se encontraron la ruta del dinero M", dijo, al tiempo que se refirió a la sociedad del "intendente de una opulosa ciudad".

También comentó sobre "empleados públicos que cambian nombres y fotos de perfiles de Facebook porque tienen miedo", y rechazó de plano la "persecución política". "No quiero que los argentinos tengan miedo, durante mi gestión no lo tuvieron", apuntó.

Convocó a formar un frente ciudadano, bajo la consigna de "recuperar los derechos quitados". Y pidió "no enojarse" con el que votó distinto porque "el supermercado, la luz y el gas lo tienen que pagar todos, los K, los anti K, todos".

Aclaró que el Congreso "no era una escribanía de Cristina" y reclamó a legisladores que "respeten la voluntad popular que los llevó a esas bancas". Y pidió: "No esperen salvadores ni mesías".

La causa. El juez federal Claudio Bonadio imputó a Cristina y a otros doce funcionarios, incluido el ex titular del Central, Alejandro Vanoli, por el supuesto delito de "defraudación a la administración pública", prevista en el artículo 174 del Código Penal, que fija penas entre dos y seis años de prisión para quien estafara al Estado ocasionándole pérdidas. Pero también imputa a la ex presidenta y al ahora diputado Kicillof de encabezar una "asociación ilícita".

Bonadio la acusó en febrero de haber ordenado o autorizado a Vanoli la venta de dólar a futuro a un precio algo mayor a los 9 pesos de la cotización oficial de fin de la gestión kirchnerista, lo cual habría representado "una pérdida de 17.000 millones de dólares" a la institución monetaria.

En el escrito presentado ayer, la ex mandataria advierte: "Cada vez que un Movimiento Político de carácter Nacional y Popular fue derrocado o finalizó su mandato, las autoridades que lo sucedieron utilizaron en forma sistemática la descalificación de sus dirigentes, atribuyéndoles la comisión de graves delitos, siempre vinculados con abusos de poder, corrupción generalizada y bienes mal habidos".

"Sin embargo, los verdaderos motivos siempre fueron los mismos: por un lado, barrer con las conquistas logradas y los derechos adquiridos por la sociedad en sus diferentes estamentos y actividades; por el otro, imponer programas de ´ajuste´ y endeudamiento -matrimonio indisoluble- utilizando la supuesta corrupción para ocultar ambos objetivos", agrega el texto.