La Fiscalía pidió que Ponce sea condenado a prisión perpetua


El juicio por el asesinato de Susana Leiva ingresa en la etapa final. En la audiencia de este lunes se escucharon los alegatos de las partes y la semana que viene se espera la sentencia.

La Fiscalía solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora que la condena sea de prisión perpetua por "homicidio calificado por el vinculo, ensañamiento, femicidio (en contexto de violencia de género), con el agravante por la juventud de Susana y sus hijos" pero señalaron como atenuante que Ponce no tiene condenas previas.

El particular daminificado solicitó la misma pena, mientras que la defensa del acusado solicitó que, en caso de ser encontrado culpable del homicidio, la pena no supere los 30 años. De todos modos, pidió que se lo juzgue por el encubrimiento del homicidio "porque no hay pruebas de certeza total" sobre la autoría del crimen.

La mujer fue asesinada en 2013 y su cuerpo fue encontrado en el pozo ciego de la vivienda que compartía con el único acusado, Alberto Ponce, y sus dos hijos en Temperley. El acusado, en la audiencia anterior, había admitido que escondió el cadáver de Susana en la cámara séptica de la vivienda de Blanco Encalada.

Argumentos de las partes. Tanto la fiscalía como la querella coincidieron en que Ponce "cometió el crimen" debido a las declaraciones de los diferentes testigos, quienes señalaron que "Ponce era una persona celosa y no aceptó que, en alguna oportunidad, la señora Leiva manifestara su intención de irse de la casa". Subrayaron, también, las contradicciones en los diferentes testimonios brindados por el acusado.

Además, resaltaron -en los alegatos- las declaraciones de los oficiales que participaron, junto al personal de la DDI en la búsqueda de Susana Leiva, quienes describieron a Ponce como "una persona nerviosa", que tenía "marcas en sus manos". Además aseguraron que el acusado dijo, "en una conversación" que él y Leiva "habían discutido" y "se le había ido la mano".

Hubo menciones, como complementarias, para reforzar el reclamo de la pena por parte de la querella, que se basó en la cuestión al consumo de drogas (cocaína) y demás puntos que "no permite que haya eximentes del hecho para Ponce".

Por el lado de Ponce, su letrado sostuvo que "las garantías constitucionales de defensa se violaron", en relación a las declaraciones de la policía con respecto a la conversación con el acusado. Además, las declaraciones testimoniales "no prestan la certeza de que Ponce haya asesinado a Susana Leiva".

"No se prueba, en ningún momento, la directa y única parte de Ponce en la muerte de Susana Leiva", explicó el abogado defensor, en relación a un tercer participante en la escena del crimen quien, según el acusado, cometió el asesinato. "En este caso se debatiría el encubrimiento del homicidio, lo que conlleva otra condena", completó.

Además pidió al TOC "la relativización de las pericias realizadas a Ponce", debido a que estuvo preso un año y medio de prisión, por lo que no fueron realizadas en un tiempo prudencial para la causa.

Declaraciones de Ponce. Alberto Ponce realizó declaraciones y manifestó que "todo lo que dijeron los abogados (fiscalía y particular damnificado) y eso, nada fue verdad". "Hubo muchas mentiras y todo se dijo para ensuciarme. No soy un tipo malo y nunca la agredí. Y Dios lo sabe", declaró.

El caso. La desaparición de Susana fue denunciada por la familia el 19 de julio de 2013 y su cuerpo fue hallado el 24 de ese mes en el pozo ciego de la vivienda que compartía con Ponce, ubicada en Blanco Encalada al 200, Temperley. Ponce fue arrestado a las pocas horas del hallazgo.

Susana fue estrangulada, recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y su cuerpo presentaba quemaduras de cigarrillo, según confirmó la autopsia.

Susana era mamá de un bebé de 1 año y un pequeño, fruto de una relación anterior a la de Ponce, que al momento del crimen tenía 10 años.