Declararon ciudadano ilustre a Romualdo De Lillio


Vivió hasta sus 84 años en la que fuera su casa, en Mitre al 1900, a pocos pasos de la estación de su querido José Mármol, donde, según sus palabras, fue “testigo de todos los días y las noches” de su pueblo. Allí fue donde creció, estudió, trabajó, se casó y soñó Romualdo De Lillio, un recordado y querido vecino que ya era célebre para su barrio natal pero que hoy, a siete años de su fallecimiento, fue formalmente declarado “ciudadano ilustre” por el Concejo Deliberante local.

“Él le escribió a Adrogué, la pintó y retrató. Le dedicó toda su vida a su pueblo y tuvo un vínculo muy estrecho con las instituciones de bien público del distrito”, recuerda emocionada su hija Ana Lucía De Lillio a Info Región. “Desde que tengo uso de razón estuvo relacionado con su pueblo y su querida Adrogué”, señaló.

“Adrogué… ¡pueblo o ciudad!... No reposas. Perturban tu descanso, el hacha impiadosa de tus árboles y el desgarrador grito. Al caer, tus casonas. Ya no están tu iglesia románica ni el hotel La Delicia”, decía uno de los tantos versos que, con un dejo de nostalgia, le dedicó a una ciudad que, la modernidad y los tiempos actuales, fueron sumiendo en la vorágine.

Romualdo fue coordinador de Artes y Letras del Circuito Cultural del Gran Buenos Aires, delegado cultural de la zona sexta de la Provincia, miembro fundador de la Asociación Pro Conservación del Patrimonio histórico cultural del distrito y organizador de los tres primeros congresos de la Historia de las Artes Plásticas Argentinas.

También ejerció funciones como corresponsal del diario La Nación durante más de 40 años y se dedicó a la docencia artística. Además, fue vicepresidente de la comisión fundadora del Hospital Mársico o Sala de Primeros Auxilios José Mármol, director de Cultura del distrito, pero sobre todo artista -con todo lo que eso incluye- de sus pagos.

Falleció el 30 de septiembre de 2009, fecha en la que irónicamente se festeja el día de su “querido pueblo” –tal como lo describió su hija, Ana-: la ciudad a la que le dedicó toda su vida a través del arte, las imágenes y la cultura con impronta local.

“Este es un primer paso para el reconocimiento a todo lo que hizo por la cultura de su ciudad. Para nosotros no será sólo un papel, sino una fecha muy emotiva”, señaló Ana.

Esta mañana, en el Concejo, estuvieron presentes sus dos hijas y también sus nietos, algo que seguramente, sea donde sea que esté, le habrá inspirado algunos versos…