A la polémica en torno a la pobreza, que ya le había traído un dolor de cabeza al Gobierno con las desafortunadas declaraciones del virtual asesor del macrismo Jaime Durán Barba, se sumaron por estas horas las apreciaciones del economista Javier González Fraga que, en su afán de respaldar la política económica de Cambiemos, aseguró que en la gestión anterior "le hicieron creer a un empleado medio que podía comprarse celulares e irse al exterior".
Las palabras del ex candidato a vicepresidente por la UCR desataron una lluvia de críticas en el kirchnerismo, donde dirigentes como Mariano Recalde y hasta el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, salieron a repudiar tales afirmaciones
No le hicimos creer nada a nadie: trabajamos para que la gente pueda crecer, pueda vivir cada día un poco mejor.
— Mariano Recalde (@marianorecalde) 27 de mayo de 2016
¿Por qué tener vacaciones, comprar un electrodoméstico y progresar tienen que ser un privilegio, González Fraga?
— Martín Insaurralde (@minsaurralde) 27 de mayo de 2016
En calidad de dirigente político pero, sobre todo, de economista, Claudio Lozano atribuyó tal balance económico al “intento de justificar procesos de ajuste y de transferencia de ingresos brutales hacia los sectores más acomodados de la población”.
“Esta evaluación es propia de todos los economistas que están fuertemente ligados al establishment dominante. Ese tipo de argumentaciones son, además, absolutamente contradictorias porque Argentina terminó diciembre de 2015 con cerca del 30 por ciento de la población en situación de pobreza, por lo que es obvio que no existió la fiesta de consumo que él menciona, por lo menos para una parte significativa de la población”, apuntó el ex diputado y dirigente de Unidad Popular a Info Región.
González Fraga justificó las últimas medidas económicas de Macri, incluyendo los aumentos de servicios y otros tarifazos, al afirmar que son el resultado de "una ilusión" creada por el Gobierno kirchnerista, que respondió a una "burbuja de crecimiento" pensada en alimentar "proyectos populistas".
"Venimos de 12 años en donde las cosas se hicieron mal. Se alentó el sobreconsumo, se atrasaron las tarifas y el tipo de cambio... Donde le hiciste creer a un empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior", había cuestionado más temprano.
Si la “ burbuja de crecimiento populista” es que un “empleado medio” pueda comprarse un celular o viajar, estoy absolutamente a favor.
— Martín Insaurralde (@minsaurralde) 27 de mayo de 2016
En ese sentido, Lozano diferenció el “populismo” del que habló Fraga de la mejora en la calidad de vida de algunos sectores sociales. “El costado, en todo caso populista, del gobierno anterior fue no haber asociado las políticas de replanteo en materia de ingresos o de redistribución con estrategias de control y orientación de un proceso de inversión que permitiera modificar el patrón productivo de la Argentina. Radica allí el populismo, no en mejorar las condiciones de vida de la gente”, advirtió.
“La situación en materia de ingreso medio, precariedad laboral y pobreza en Argentina es lo suficientemente complicada y preocupante como para hacer afirmaciones de esa naturaleza. Es más, esas visiones, que son propias de alguien que vive en una burbuja, son las que después dan como resultado el tipo de políticas que se aplican ahora y que tuvieron los efectos que tuvieron en términos de conflictividad social”, indicó.
Y aseguró que hoy se vive una situación de “fragilidad social” en el país. “No se puede llamar de otra manera a tener a trabajadores con un ingreso promedio en el orden de los 8000 pesos para una canasta familiar que no baja de los 20000, con un 30 por ciento de la población en situación de pobreza y con el 40% por ciento de trabajo en negro. Es una situación social frágil, sobre la cual una política de mega devaluación, tarifazos, aceleración de precios y deterioro del poder adquisitivo genera, un millón de pobres más y desestabiliza la situación social", reflexionó.
Y criticó que la gestión económica actual “pasa por encima de la política de ingresos, deteriorándola”. “Tampoco hay señales de que se intente modificar el patrón productivo de la Argentina. Sino que el horizonte es un país que, en base a deuda, sigue alimentando un patrón exportador de carácter dominantemente primario asentado en soja y minería y una armadura industrial con bajo nivel de valor agregado y progreso técnico”, fustigó.
Cintia Vespasiani