El letrado consideró que los jueces Tomás Alberto Bravo y Jorge Tristán Rodríguez “según los fundamentos de hecho y de derecho, se ha afectado el principio de imparcialidad que debe regir en el ánimo del Magistrado y en su actuación en este proceso, y por violencia moral ejercida durante la sustanciación del mismo”.
Esto quiere decir que se deben “separar de la causa a los dos magistrados que ye emitieron opinión sobre un asunto que nuevamente tienen para resolver”, según explicó Mazzeo a Info Región.
“Esa opinión fue sobre la forma en que murió Érica y los medios con los que la mataron. En su momento dijeron que no había prueba de eso y dejaron en libertad a Daniel Lagostena”, indicó el abogado de la familia de la joven desaparecida en 2010, en relación al fallo que dejó en libertad a Lagostena en 2012 hasta este año, cuando lo detuvieron en un operativo que lo sorprendió en su casa.
El juez de garantías Gabriel Vitale, semanas más tarde, le dictaría la prisión preventiva a Lagostena, y su defensa decidió a apelar el fallo. En este marco es en el que Mazzeo decidió recusar a los jueces Bravo y Rodríguez, porque “estos mismos jueces tienen que resolver en algo que ya emitieron opinión”. “Yo pido que sean otros”, remarcó el letrado.
Pidieron la recusación de jueces por el caso Érica Soriano
