Concertó una cita por Badoo pero lo drogaron y robaron en su casa


Fuentes policiales indicaron que el hecho ocurrió hoy poco después de la medianoche, cuando la víctima, un comerciante dedicado a la venta de platería y bijouterie, salió de su casa en Sarmiento al 2000, en el barrio de Balvanera, en dirección a un hotel cercano en el que se encontraría con una mujer a la que conoció a través del sitio www.badoo.com.

Según relataron los voceros, cuando el hombre llegó al lugar de la cita, en Avenida de Mayo al 1300, fue sorprendido por tres delincuentes armados que lo abordaron, lo privaron de su libertad, lo golpearon repetidamente y lo llevaron a un lugar de cautiverio.

Allí, de acuerdo a su relato ante los investigadores, lo ataron a un sillón y lo forzaron a ingerir varias pastillas y un líquido que le produjeron un fuerte efecto de somnolencia.

Los investigadores determinaron que, luego, dos de los asaltantes tomaron su teléfono celular, lo fotografiaron atado y amordazado, se dirigieron hasta su departamento del edificio de la calle Sarmiento y, cerca de la 1 de esta madrugada, ingresaron con sus llaves.

Una vez adentro, encapuchados y con guantes en las manos, despertaron bajo amenazas a la hija de 19 años del comerciante, de nombre Melina, y a una tía de ésta, una mujer de nacionalidad uruguaya de 52.

Los pesquisas relataron que los ladrones incluso se tomaron el tiempo de ir neutralizando las cámaras del circuito cerrado de vigilancia que el comerciante tenía montado en la vivienda.

Testimonio de la hija. “Escuché la llave de la puerta, no era mi papá el que estaba abriendo, sino que era un individuo que entró a mi cuarto, que estaba pegado a la puerta principal del departamento”, relató Melina esta mañana a la prensa, y agregó: “(uno de los asaltantes) me dijo 'no te voy a hacer nada, no somos asesinos ni violadores'. A los cuatro segundos me di cuenta de la situación, traté de colaborar, me amarraron de pies y manos”.

Luego de maniatar a la mujer mayor, los ladrones le mostraron a la chica la foto de su padre y la amenazaron con lastimarlo si no les indicaba la ubicación del dinero y otros valores.

“Me mostraron una foto de él (por su padre), que estaba acostado en un sillón naranja con la boca encintada”, dijo la joven, quien recordó que los delincuentes querían “la plata” y confesó que ella “no sabía ni siquiera qué plata querían”.

El robo. Pese a la colaboración de Melina, los delincuentes sólo consiguieron hacerse con 300 pesos en efectivo que tenía en su billetera, un teléfono celular, un anillo y el vestido de su fiesta de 15 antes de que también la ataran de pies y manos, la dejaran encerrada junto con su tía en una habitación en el fondo del departamento y escaparan del edificio.

Momentos más tarde, las mujeres comenzaron a gritar en pedido de auxilio, hasta que alrededor de las 2.30 los vecinos se comunicaron con el servicio de alerta 911 y poco después llegaron al lugar los efectivos de la comisaría quinta porteña, quienes debieron pedir la colaboración del cuerpo de Bomberos de la PFA para que violentara la puerta, imposible de abrir por su doble blindaje.

Avellaneda. Mientras las autoridades liberaban a las mujeres y éstas comenzaban a relatar lo sucedido, recibieron una llamada al teléfono de la casa en la que un hombre avisaba que acababa de socorrer al padre de la chica, que lo había encontrado extraviado y drogado en Avellaneda.

La investigación. A partir de los primeros datos brindados por la víctima, los investigadores creían hoy que luego de finalizar el robo en la casa, los asaltantes lo abandonaron en la avenida Independencia al 400, en el barrio de Monserrat, y éste, desorientado por las pastillas, caminó hasta el lugar donde lo hallaron.

Una ambulancia del SAME fue a buscarlo a Avellaneda y lo trasladó al hospital Ramos Mejía, donde los médicos de guardia lo revisaron y constataron que estaría bien tan pronto se le pasara el efecto de las drogas.

Interviene en la causa la Fiscalía de Instrucción Criminal 35, a cargo de Romina Monteleone, en tanto que los investigadores procuraban determinar hoy si existían más denuncias de hechos de similares características, en los que una persona haya sido asaltada tras ser engañada por las redes sociales.