La delegación argentina de boxeo está a un paso de culminar con la preparación de cara a la gala olímpica y partir rumbo al sueño de podio que se encuentra en Río de Janeiro. Con seis apellidos clasificados; Alberto Palmetta, Fernando Martínez, Yamil Peralta, Alberto Melián, Ignacio Perrín y Leandro Blanc, los representantes albiceleste planean “dejar todo” en el ring para cortar con la sequía de 20 años que atraviesa la modalidad (Pablo Chacón obtuvo el bronce en Atlanta 1996).
En dialogo con Info Región, Blanc, el representante entrerriano del plantel, anticipó: “Desde enero que estoy en el CeNARD, voy y vengo de mi ciudad (Concordia). Es parte del sacrificio que uno tiene que hacer, son cosas que se ponen en la balanza cuando conseguís el objetivo que te propusiste. Ahora queremos ir por todo, con las mismas ganas de siempre. Si bien es algo individual, también hay un gran equipo y le damos mucha importancia a que hayan clasificados tantos“.
En ese sentido, desde Sídney 2000 que no se lograba una concurrencia mayor a dos participantes, situación que otorga aún más valor a los púgiles que darán el presente en esta oportunidad (Melián y Peralta repetirán luego de su paso por Londres 2012).
“El equipo está muy bien, entrenando todos de la mejor manera. Queremos traer una medalla, sin dudas si se consigue, el logro será del grupo. Se está trabajando mucho y por eso la cantidad que vamos, es fruto de la convicción y el sacrificio de años”, comentó Blanc.
Larga espera
Blanc participa de la categoría de 49 kilos, en la cual alcanzó la clasificación en Preolímpico que se desarrolló a comienzos de este mes en Vargas, Venezuela. De esa manera, el boxeador logró su cometido al derrotar por puntos (3-0) al surcoreano Jonghun Shin, en un combate que definía el tercer lugar de la categoría.
Asimismo, no todas fueron flores para el púgil entrerriano ya que no pudo concretarlo en otras dos posibilidades previas, que se llevaron a cabo en Buenos Aires (en el predio de La Rural, escenario donde alcanzaron el boleto sus compañeros) y en Bakú, Azerbaiyán, en junio.
“En cierto punto, molestaba saber que mis compañeros clasificaban y yo todavía tenía que esperar, por uno mismo más que nada. Lo tomé con calma, trabajé muy tranquilo gracias a la ayuda de mi entrenador Roberto González y, con una buena preparación, pude clasificar en la última chance”, explicó.
No obstante, ante la clasificación consumada celebró: “Es un sueño, algo que costó mucho, pero se terminó dando. Ya estar es un premio para mí, pese a que se tardó un poco más, gracias al laburo, al esfuerzo, sacrificio y a la gente que lo acompaña a uno en todo momento, hoy estoy a punto de participar en un Juego Olímpico”.
El objetivo
Como sus compañeros de guantes, el concordiense no se guarda nada y quiere escuchar el himno al final de la cita olímpica. Sin importar el entorno, ni la dureza de quién le pongan enfrente, Blanc anuncia que irá “por todo” y quiere “representar de la mejor manera a la argentina”.
“Antes de ir pensás lo mejor, obviamente que lo primero que me pongo en la cabeza es traer una medalla, ojalá se pueda dar. Igualmente es una competencia difícil, están los mejores y seguramente van a querer lo mismo que nosotros con iguales ganas, nadie va a medias, sino no llegarían”, explicó.
Además, el boxeador albiceleste evidenció la relevancia del aliento nacional en terreno ajeno: “Es importante, ojalá nos puedan acompañar, para uno que compite sólo es fundamental. La gente siempre apoyó cuando las cosas no salieron y ahora que estamos a un paso de nuestro objetivo espero que siga de igual manera”.
Por Leonardo Reula
Leandro Blanc, un ejemplo de perseverancia que viaja a Río
