Voto electrónico: qué países lo implementaron y dieron marcha atrás


Desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), que participa de los debates de Reforma Electoral en el Congreso y colabora en el proyecto, aseguran que el sistema de boletas partidarias que utiliza hoy nuestro país “no brinda garantías suficientes”. No obstante, aseguran que si bien “fue abandonado por muchas democracias en el mundo”, en el caso de la Boleta Electrónica también quedan aspectos por pulir para que brinde seguridad a los electores.

“El sistema que usamos ahora, de boletas partidarias, fue abandonado por varias democracias del mundo porque no brinda garantías suficientes en el sentido de que, si los partidos no están presentes en todos los lugares de votación para repartir sus boletas y reponerlas, faltan opciones en el cuarto oscuro. Entonces, hay que reemplazarlo”, señala a Info Región María Page, coordinadora del programa Instituciones Políticas de CIPECC.

En ese sentido, asegura que desde el organismo proponen que sea el Estado el que se haga cargo de la provisión de la oferta electoral. “Para lograr ese efecto, hay dos sistemas posibles: el sistema de boleta única en papel o el voto electrónico”, advierte.

“Lo que ocurre con este último es que requiere, para su implementación, de capacidades técnicas mucho más sofisticadas que la boleta única en papel. Cambiar al voto electrónico demanda que las autoridades electorales tengan la capacidad para implementar y controlar esa implementación, que los partidos tengan la capacidad técnica para calificar y también una capacitación para los votantes. Esas capacidades hoy en Argentina no las tenemos”, asegura.

Países como Alemania, Holanda y Paraguay implementaron el sistema de voto electrónico y dieron un paso atrás por considerar que vulnera los principios de fiscalización y secreto del elector, mientras que naciones como Australia, Kazajistán, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Irlanda, Italia, Costa Rica, Guatemala y Filipinas lo probaron y también lo abandonaron.





“El sistema más utilizado en el mundo es el de boleta única papel. Algunos países probaron el voto electrónico y se echaron atrás porque se consideró que un ciudadano sin conocimientos técnicos específicos no podía corroborar que su voto fuera registrado y contado tal como él lo había emitido”, señala Page.

Y cita, como ejemplo, el fallo del Tribunal Constitucional Alemán, que lo declaró inconstitucional en 2009 al considerar que "no puede ser auditado y comprendido por un ciudadano de a pie independientemente de su formación técnica". “Después de ese fallo, se quedó con la boleta única en papel”, señala Page, aunque aclara que en ambos sistemas “el gran desafío para preservar las garantías del sufragio es implementarlo bien”.

En ese marco, admitió que es complejo llegar a implementar la BUE en las legislativas de 2017. “En este caso, lo que pareciera es que los tiempos no dan para hacerlo con todos los recaudos que requiere una elección por completo para todo el país en 2017”, precisó.

Cintia Vespasiani